Redescubriendo "El Tercer Hombre"
Redescubriendo «El Tercer Hombre»
Reflexiones en QuitarFotos por Alberto Verdú
Cuando la descubrí por primera vez era un niño y me quede fascinado por esas luces y sombras y esos encuadres “raros”, ahora siempre digo que fue uno de esos granos de arena que te empujan sin darte cuenta a ser fotógrafo.

El Tercer Hombre (título original : The Third Man) es una película de cine negro estrenada en 1949, dirigida por Carol Reed , protagonizada por Joseph Cotten, Alida Valli y Orson Welles, con el guión de Graham Greene, la magnífica banda sonora de Anton Karas y sobretodo la fotografía de Robert Krasker con la que se llevó el Oscar a la mejor fotografía en blanco y negro en 1951, no voy a descifrar la trama para no hacer spoiler pero si hablaré del aspecto fotográfico.

Lo primero que me llama la atención es la composición, ya que hay una cantidad de planos donde la cámara està muy inclinada, otorgándole dinamismo y a la vez tensión a la escena.

En cuanto a la iluminación es magnífica (no es por nada que se llevará un Oscar), con la gran variedad de luces y sombras en todo el largometraje.

La utilización del contraluz creando siluetas, le da una magia a la acción adentrándote en la escena.

En este caso la luz es muy puntual , centrándose sólo en una parte del rostro para crear una sensación muy dramática.

En conclusión un buen ejercicio del que podemos inspirarnos y aprender, es el de ver cine desde un punto de vista solo de la imagen, para así llevar estos “recursos” a la práctica.
"Glasgow" por Raymond Depardon
«Glasgow» por Raymond Depardon
Reflexiones en QuitarFotos por Alberto Verdú
En 1980, la revista Sunday Times le pidió a Depardon que fuera a Glasgow a realizar un trabajo fotográfico sobre la ciudad, cuando este les enseño el reportaje, al parecer los editores lo descartaron totalmente al no ajustarse a lo que le habían encargado. Es en el 2016 cuando aparece publicado esta joya de libro con las fotografías realizadas en la década de los 80, «Glasgow» por Raymond Depardon.

Una ciudad inmersa en huelgas y protestas de sus trabajadores donde tenían un alto índice de criminalidad, Raymond Depardon consiguió uno de los mejores documentos de la época decadente de Glasgow.

Las imágenes de Raymond Depardon reflejan una atmósfera inquietante como sacada de las pinturas negras de Goya, con esos cielos plomizos y esos edificios con calles solitarias donde aparecen de vez en cuando personajes y situaciones surrealistas.

Una de las cosas que más me atraen en el trabajo sobre «Glasgow», a pesar de la climatología que se observa en sus imágenes donde todo se envuelve en un gris oscuro, es que emergen pequeñas pinceladas de colores primarios en particular el rojo, huyendo del monocromatismo.

“Fui, durante 40 años, un fotógrafo en blanco y negro: para mí, una buena imagen tenía que ser así, sin excepción. Es que creía que el blanco y negro le daba un aire de nobleza al fotoperiodismo; todo es serio, oscuro, denso. Yo no entendía lo que era el color, simplemente ponía un rollo a color en la cámara, apretaba y disparaba. Ahora, soy como un niño. Todo es luminosidad, verde, rojo, azul, amarillo. El color me salvó la vida.”
Fuente cita: www.lanacion.com.ar
En mi opinión un libro y trabajo “imprescindible” que debemos tener en nuestra biblioteca particular de casa, donde prima el documento gráfico que nos transporta al Glasgow de los 80 y la gran utilización del color que me parece magistral.