Fotografía © Alex Webb

Cuestión de triángulos en Fotografía

Cuestión de triángulos en Fotografía

Reflexiones en QuitarFotos por Marcelo Caballero

 

Todo esto de la composición en términos contemporáneos, de alguna manera, comenzó en el Renacimiento, en un período muy creativo denominado: el Quatrocento.  Se sitúa a esta etapa generalmente en el siglo XV en Italia y los pintores de esa época hicieron una importante ruptura con respecto a la composición del Medioevo (plana y sin perspectiva) apoyándose en simetrías, puntos de fugas y figuras geométricas como el triángulo. Por eso hablamos que, en cierta medida, es una cuestión de triángulos.

 

 

Fotografía © Harry Gruyaert
Fotografía © Harry Gruyaert
Fotografía © Harry Gruyaert / Cuestión de triángulos en Fotografía
Fotografía © Harry Gruyaert / Cuestión de triángulos en Fotografía

 

 

De alguna manera, este ordenamiento de geometrías triangulares constituye un acierto, ya que es una manera práctica de ordenar elementos, de ofrecer profundidad de campo a las imágenes y crear un aparente dinamismo a las imágenes fijas.

En otras palabras, esta forma de componer en busca de triángulos es una variante dominante hasta el día de hoy en la Fotografía de Calle.

 

Fotografía © Alex Webb
Fotografía © Alex Webb

Fotografía © Alex Webb / Cuestión de triángulos en Fotografía
Fotografía © Alex Webb / Cuestión de triángulos en Fotografía

 

Este ordenamiento de geometrías triangulares constituye un acierto, ya que es una manera práctica de ordenar elementos, de ofrecer profundidad de campo a las imágenes y crear un aparente dinamismo a las imágenes fijas.

Antes de realizar una instantánea, es bueno, como práctica intentar unir tres puntos (colores y objetos). La asociación que hace el cerebro se adecúa fácilmente a este requerimiento geométrico y,  después, el azar y la suerte del momento se encargan del resto.

Todo ello te transmite agilidad, rapidez para intentar resolver el problema visual que se avecina: y el triángulo puede ser el comienzo de una buena composición, de un buen trabajo.

 

 

Fotografía © Joel Meyerowitz
Fotografía © Joel Meyerowitz

Fotografía © Joel Meyerowitz / Cuestión de triángulos en Fotografía
Fotografía © Joel Meyerowitz / Cuestión de triángulos en Fotografía

 

 

 


Fotografía © Nano Festival

“La única garantía de veracidad es la responsabilidad y la ética del autor” Daniel Merle

«La única garantía de veracidad es la responsabilidad y la ética del autor” Daniel Merle

Entrevista en QuitarFotos a Daniel Merle por Marcelo Caballero.

Comenzamos la entrevista destacando una frase de Daniel Merle, cofundador del Nano Festival de Fotografía: «La única garantía de veracidad es la responsabilidad y la ética del autor”.

¿Cómo nació la idea de hacer el Nano Festival de Fotografía?

La idea original partió de un desayuno de amigos/as que yo hice después del regreso de uno de mis viajes al Visa pour L’image en Perpignan. Y donde les propuse crear un festival pequeñito que por esas circunstancias se podría llamar Nano Festival (nano proviene del griego vávoc que significa <enano>). Y que sería una especie de celebración muy efímera. Casi una acción, más que un festival.

¿A qué te refieres con “casi una acción”?

Quería evocar un poco la idea de Perpignan donde todo se conecta en el Festival OFF con la parte oficial (Visa pour l’Image). Simplemente caminando entre una sede y la otra.  Incluso en los bares hay muestras, etc. Un poco esa era la idea. Como yo vivo en Palermo (Buenos Aires) pensaba hacerlo en este barrio.


Finalmente, ¿qué pasó?

Bueno, de ese grupo original, quedamos cinco que nos reunimos periódicamente a lo largo de un año y medio tratando de ver la estrategia para comenzar, para lograr un lugar, para hacer las convocatorias. Lo que teníamos claro era que sería un espacio para la fotografía emergente. No para los consagrados. Sabíamos que íbamos a realizar algo distinto a lo que se hacía en Buenos Aires. Y lo queríamos hacer para la gente que no tiene la posibilidad de mostrarlo en un lugar público e importante. Tratar de darles una voz, una pared donde difundir sus fotografías.

¿Cómo se fue materializando la primera edición del festival en el 2011?

Como te dije anteriormente, se constituyó el grupo.  Hicimos algunas reuniones con algunas galerías. Pero era muy díficil congeniar voluntades e intereses de galerías que no estaban asociadas y, además, nosotros no podíamos pagarles absolutamente nada. Esa primera ronda terminó en una frustración. Recuerdo que un amigo empresario me dijo que antes de poder vender una idea a alguien que nos patrocine, teníamos que tener algo:  hacer el festival. Y él sugirió la idea de convocarlo por las redes sociales, para que la gente participara.

Las primeras convocatorias las realizamos en Flickr y allí surgieron los primeros voluntarios. Paralelo a ello, logramos un acuerdo con el Centro Cultural Borges  y nos dieron la sala. Nuestra idea era no cobrar y que la gente participara gratuitamente y al final de la expo, se llevaran su foto de la muestra. Esa idea prevalece hasta el día de hoy.

Finalmente hicimos una convocatoria de autorretratos en una pequeña galería llamada Espacio Ecléctico de San Telmo y tuvo una acogida muy buena y masiva. Inundamos las paredes de fotos y eso nos dio mucho ánimo para seguir.

Luego hicimos una subasta, pidiendo obra a artistas reconocidos. Sin embargo nos fue mal porque no sabíamos hacer subastas y después ideamos una revisión de portfolios, también acudiendo a los amigos y con el poco dinero que reunimos hicimos el primer festival en el C.C. Borges.

 

Fotografía © Nano Festival. Daniel Merle en plena faena en el armado de las exposiciones del festival 2016

¿A qué conclusiones llegaron con la materialización de este primer festival?

Para nosotros fue una experiencia traumática. Teníamos tan pocos recursos que, directamente mandábamos a copiar las fotos y las pegábamos sobre la pared con cinta doble faz. Era una apuesta muy pobre. No podíamos hacer catálogos, ni nada. Pero bueno, el festival salió muy bien pero nosotros salimos muy mal, muy estresados, muy preocupados. Terminamos el festival con el firme propósito de no hacerlo nunca más.

Con esas sensaciones tan negativas, ¿dónde encontraron la fuerza para seguir adelante?

Pasó un tiempo y nos volvimos a encontrar con los fundadores y replantear el asunto. Fue en esos momentos que por medio de un colectivo amigo que se llama Sub, Cooperativa de Fotógrafos, entramos en contacto con la Fundación Arte x Arte. Les hicimos la propuesta, aceptaron y nos cedieron gratuitamente el lugar para los futuros eventos del festival.

Paralelo a ello, comenzamos a armar nuestro sitio web oficial, y empezamos a visualizar la idea de hacer un catálogo. En ese sentido, la fundación nos dio un total apoyo. Teníamos a nuestra disposición 3 grandes salas de exposición y un auditorio. Y a partir de ahí, crecimos muchísimo. Tuvimos una gran acogida por las redes sociales y empezamos a trabajar una importante base de datos con las fotos que nos iban llegando. Así armamos varios tipos de convocatorias. Una,  con un tema masivo que puede participar cualquier persona. Otra con un homenaje a un gran fotógrafo; y una tercera que se llama Nano busca un autor que es un poco dirigido a aquellas personas que tienen un trabajo con alguna articulación y que nos presentan una serie fotográfica. Estuvimos ligados a ellos durante tres años. Aún hoy siguen siendo amigos nuestros, grandes colaboradores del festival.

 

Fotografía © Nano Festival

Como bien dices, el festival fue creciendo mucho cada año; y en esa coyuntura,  el dinamismo de la Dirección del Festival tiene que ser muy importante para que ese crecimiento no decaiga, no?

Nosotros desde un principio teníamos la idea que la Dirección tenía que ser rotativa. Sin embargo, nadie tenía la experiencia de asumirla. Así que los primeros tres festivales, fui el director. Entonces, esa idea original se pudo completar a partir del cuarto festival donde empezamos a rotar la Dirección entre los fundadores; y ahí entramos en contacto con el gestor cultural Gastón Deleau (creador de la Fototeca Latinoamericana < FOLA >).  Él nos ayudó económicamente para hacer el siguiente festival (aparte de un subsidio que habíamos logrado). Algo que en la jerga empresarial se llama: un win, win. En otras palabras, ganábamos por todos lados. Allí empezó nuestra relación con FOLA.

Hicimos la quinta edición del festival en el predio de FOLA, una espectacular instalación de 1.200 m2. construída en menos de un año por Deleau. Y allí también, sufrimos una especie de explosión de audiencia, se multiplicó la participación y la cosa se puso más complicada para nosotros por la responsabilidad que todo ello acarreaba. De esa manera en el ámbito de Buenos Aires, el festival se convirtió en una especie de legitimador de los nuevos valores que surgen en el campo de la fotografía.

Hemos tenido que modificar algunas instancias de nuestra organización para hacer frente a esta responsabilidad. A medida que crecíamos, el festival costaba más caro. A pesar de todo ello, hace dos años, nos vimos la obligación de empezar a cobrar mínimamente una parte del costo que corresponde a las impresiones y montaje a nuestros seguidores. La otra parte la conseguimos con algunos emprendimientos sobretodo de impresión que nos aportan mano de obra y materiales.

¿Han tenido participación o interacción con otros festivales de fotografía latinoamericanos?

Hace dos años fuimos invitados a un festival en Puebla, México para hacer una exposición de una de las muestras del festival. Y yo hace poco viajé para asistir a la Biennal Bogotá 2017 donde hice una presentación y revisión de portfolios. Pero nuestras posibilidades de salir al exterior realmente son muy limitadas porque seguimos siendo pocos con muy pocos recursos económicos.

 

Fotografía © Grete Stern.  Sueño nº 7 Quién Será. De la serie: Los Sueños. Fotomontajes

El festival está dedicado a fotografía emergente, en ese contexto, qué papel tiene la fotografía documental?

Hace dos años hicimos “el fotógrafo homenajeado”; y la convocatoria de homenaje era de Grete Stern enfocado hacia sus trabajos de los sueños que eran collages. Tuvimos una repercusión muy grande. Incluso el Instituto Goethe nos apoyó con un poco de dinero. Nosotros somos un festival de fotografía emergente abierto a otras disciplinas. Sin embargo,  la mayoría de nuestros seguidores son practicantes de la fotografía documental. No obstante ello, tenemos la intención de ampliar esos márgenes y explorar otras disciplinas.

En ese sentido, este año inauguramos dos convocatorias que van en esa dirección. Una fue la convocatoria en homenaje al artista conceptual Oscar Boni que fue muy importante en la escena local porque practicó todas las disciplinas:  desde el video, la perfomance, la pintura, el dibujo, la fotografía. Nosotros hicimos un acercamiento a su obra y por primera vez se le hace un homenaje a un artista y no a un fotógrafo.

Y después hicimos por primera vez, una convocatoria de video experimental y  estábamos temblando porque nuestra audiencia, en general, es de fotógrafos documentales. Pero tuvimos muy buena recepción tanto en el video como en el homenaje a Bony.

Fotografía © Oscar Bony, El Triunfo de la Muerte (1998). Fotografías en blanco y negro sobre papel y vidrios baleados con pistola. Gentileza Carola Bony

¿Entonces los caminos van por la interdisciplinariedad?

La fotografía desde su nacimiento ha atravesado todas las disciplinas artísticas. Desde el dadaísmo ha estado presente en todas las vanguardias. Los pintores más convencionales han utilizado la fotografía. Todo tipo de artistas han utilizado la fotografía como materia prima o, incluso, como medio en sus obras.

Nosotros pensamos que la fotografía documental tal cual la conocemos se mantiene un poco a la defensiva de las influencias que esas disciplinas artísticas puedan tener sobre la fotografía.

Por otra parte está comprobado, y no desde ahora, que toda fotografía miente. En el sentido que es una representación de un instante elegido por el que manipula la cámara. Entonces, de alguna manera, una fotografía siempre es una manipulación.

Y nos parece que la realidad de hoy es muy compleja y creo que la revolución digital lo único que ha hecho es acelerar un proceso que se venía dando desde hace muchos años; por el cual la veracidad y el factor inicial que la fotografía tenía en sus orígenes ya es cuestionado por todo el mundo. Entonces sabemos que la única garantía de veracidad sobre lo que se está mostrando es la responsabilidad y el sentido ético del autor.

Por otra parte está comprobado, y no desde ahora, que toda fotografía miente. En el sentido que es una representación de un instante elegido por el que manipula la cámara. Entonces, de alguna manera, una fotografía siempre es una manipulación.

Pensamos que hay muchísimas obras fotográficas atravesadas por otras disciplinas que tienen un valor documental más allá de lo técnicamente correcto. Nosotros intentamos alejarnos de los puristas. Queremos experimentar para ver de qué manera podemos hablar de esta sociedad de hoy en día de una manera más acorde con los tiempos que corren. Y no tratando de reflejar una realidad que ya no existe. Uno de los más graves problemas que afronta la fotografía es la desmaterialización de la disciplina, cada vez menos tenemos un objeto. Y cada vez más tenemos una realidad virtual.

Profundizar en otras disciplinas es ingresar al mundo del arte más contemporáneo. Te pongo un ejemplo: todas las cámaras que nosotros usamos tienen una opción de video, porque no usarla para hacer documentalismo. Yo creo que el mejor arte es documental. Para mi es una manera de refrescar la disciplina, de renovar los desafíos, de explorar el lenguaje.

Y nos parece que la realidad de hoy es muy compleja y creo que la revolución digital lo único que ha hecho es acelerar un proceso que se venía dando desde hace muchos años; por el cual la veracidad y el factor inicial que la fotografía tenía en sus orígenes ya es cuestionado por todo el mundo. Entonces sabemos que la única garantía de veracidad sobre lo que se está mostrando es la responsabilidad y el sentido ético del autor.

 

Profundizar en otras disciplinas es ingresar al mundo del arte más contemporáneo. Te pongo un ejemplo: todas las cámaras que nosotros usamos tienen una opción de video, porque no usarla para hacer documentalismo. Yo creo que el mejor arte es documental. Para mi es una manera de refrescar la disciplina, de renovar los desafíos, de explorar el lenguaje.

¿Cómo ves la actualidad de la fotografía latinoamericana?

La fotografía está en franca expansión, está de moda. Hay una catarata de imágenes por todas partes. Sin embargo, en algunos lugares está sufriendo un retroceso como es el mundo de la prensa. La fotografía ya es practicada por los mismos usuarios, lo cual no deja de estar muy bien. Pero, bueno…es un esquema de negocio que no sabe muy bien por donde va a cerrar, no?. La profesión del reportero gráfico se está haciendo cada vez más de tipo editorial. Más exclusiva en el sentido que van a quedar pocos fotógrafos que puedan hacer un trabajo integral. Y va a ver una depuración necesariamente.

En sintonía con lo que dice Joan Fontcuberta en su último libro, hay que detenerse un poco y hurgar en esa fotografía que hemos realizado para recontextualizarla. Educarnos para poder apreciar lo que tiene contenido y lo que no sirve para nada. Además, por ahí nosotros perdemos el tiempo en conversaciones casi técnicas sobre si esto está manipulado; cuando, en realidad, asistimos diariamente a una enorme manipulación que efectúan todos los medios masivos de comunicación. Tenemos que abrirnos de ese pequeño corral que vivimos. Es como un ambiente endogámico donde solamente nos miramos a nosotros mismos y darnos cuenta que la fotografía es una herramienta de comunicación, conocimiento y transformación imbatible hasta el momento. Para eso hay que cuestionarse incluso desde lo político, lo ideológico cuáles son los usos que se están haciendo, en esta sociedad, con la fotografía.

En sintonía con lo que dice Joan Fontcuberta en su último libro, hay que detenerse un poco y hurgar en esa fotografía que hemos realizado para recontextualizarla. Educarnos para poder apreciar lo que tiene contenido y lo que no sirve para nada.

 

Fotografía © Nano Festival. Equipo que conformó la organización del último festival del 2016

¿Qué debates se harán durante el próximo festival entre el 16 al 20 de agosto de este año?

Tradicionalmente hacemos debates donde tratamos un tema candente como puede ser la fotografía en el mercado del arte o el valor documental de la fotografía. Este año apostamos a integrar a colectivos, grupos que están practicando la educación de la fotografía desde el punto de vista interdisciplinario. Para, de alguna manera, abrir la mente a las escuelas oficiales que siguen enseñando la fotografía como una disciplina aislada. Vamos a tener la colaboración de tres colectivos: TURMA que dirige Julieta Escardó. El otro es: Proyecto Imaginario que dirige María Elena Méndez; y el tercero: Sub. Cooperativa de Fotógrafos. Todos ellos están en planes de proyectos educativos alternativos y nos pareció muy interesante reunirlos. Y cada colectivo va a tener un día para armar una mesa debate y el día final (el domingo) vamos a realizar las conclusiones.

 


Daniel Merle

(Buenos Aires, 1954) Fotógrafo, editor fotográfico y docente. Cofundador del Nano Festival de Fotografía.

 

Fotografía de perfil de Daniel Merle

Miembro del jurado para el premio World Press Photo 2014. Cofundador del Nano Festival de Fotografía, de Buenos Aires. Ha cubierto diferentes festivales de fotografía para su blog en el diario La Nación entre los cuales PhotoEspaña, Visa Pour L’Image en Perpignan, PhotoFest en Houston, New York PhotoFEstival, Bienal de Fotografía Documental en Tucumán, Bienal de Fotografía de Lima, y Les Rencontres d’Arles.

 

Los integrantes actuales de la organización del festival sonPamela Ghisla (actual directora). Fernando de la Orden (fundador junto con Daniel Merle). Luego: Paula Lerma, Tamara Goldemberg, María Paz Germán, María Laura Menna, Evelyn Smink, Eugenia Hermida, Rodrigo Vives, Lucia Frank Langer, Agustina Badano.

 


Enlaces:

Enlace Nano FotoFest: http://www.nanofotofest.com.ar/quienes-somos/

Enlace web Daniel Merle: http://www.danielmerle.com.ar


Donde aparentemente no pasa nada

Donde aparentemente no pasa nada

Reflexiones en QuitarFotos por Marcelo Caballero

 

Siempre me han gustado esos lugares donde “aparentemente” no pasa nada, no ocurre nada. Espacios ajenos al ajetreo mundano, donde normalmente la gente no posa la mirada. Lugares que uno jamás recordaría haber pasado ni siquiera a través de una imagen.

Lugares en donde, quizás,  algún ser anónimo depositó alguna vez sus ilusiones, donde masculló sus problemas existenciales en esa rutina diaria que nos toca vivir. Lugares donde han pasado tangencialmente algunas historias como si se tratara de la estela de un cometa o de su leyenda.

 

Fotografía  © Harry Gruyaert. Bélgica 1988
Fotografía  © Harry Gruyaert. Bélgica 1988

 

Siempre que puedo,  en mis deambulaciones callejeras con mi cámara, me quedo un rato, observando inmóvil, aquellos escaparates desiertos. Y me imagino la película del ajetreo diario comercial de gente y más gente,  anécdotas vitales secuestradas por el tiempo y el olvido.

Lugares que me transmiten la ausencia de actividad o de cosas. Ecos de un paraíso perdido. Y allí radica, desde mi punto de vista,  el encanto decadente del lugar donde supuestamente no ocurre nada.

 

Fotografía © Sthepen Shore. Minnesota, 1973
Fotografía © Sthepen Shore. Minnesota, 1973

 

Varios prestigiosos cineastas contemporáneos  como David Lynch, Lars Von Triers o Wim Wenders coquetearon con el tema y utilizaron el recurso de esos “lugares de silencio” como entornos o fondos  para varias escenas de sus films.

Espacios diferentes de los “no lugares” como los denomina Marc Augé. Para el antropólogo francés los “no lugares” se encuentran en lugares de tránsito como aeropuertos, estaciones de trenes o buses.

 

Fotografía ©Wim Wenders. California, 1983
Fotografía ©Wim Wenders. California, 1983

 

En cambio, en esos espacios en donde abunda el silencio; lo que está oculto o lo que no se ve,  llama poderosamente la atención. Para Edward Hopper “esos lugares donde no ocurre nada” eran una fuente inagotable de imaginación; en la época que Estados Unidos entraba en la fase de gran industrialización. El gran pintor americano se centró, en sus pinturas,  en la estética del silencio como crítica social y para transgredir “el sueño americano”;  y es allí donde radicó su revolución pictórica.

“Los espacios pintados por Hopper hablan de limitaciones y tensiones, y convierten el silencio, en gestos de los cuadros mismos” señala Rolf Günter Renner, un especialista de su obra. De alguna manera,  ilustra el lado gótico del espíritu americano: vacía, sola y vasta.

 

Fotografía ©Wim Wenders. California, 1983
 ©Edward Hopper. Casa Ryder, 1933

 

“ A mucha gente le gusta Hopper por sus narrativas implícitas, la sugerencia de una historia sobre la persona sola en una habitación, pero no es de particular interés para mi. – señala Stephen Shore a NewYork Times – Lo que me parece más interesante es la forma en cómo utiliza la luz para definir la masa y los espacios de los edificios”.

 

Fotografía © Andreas Levers. 2016
Fotografía © Andreas Levers. 2016

 

Estos lugares de silencio crean intersticios visuales que no pueden describirse y revelan, a mi entender,  espacios de tensión, latentes, donde la luz crea una falsa impresión de tranquilidad que ha de entenderse como una singular reacción a la realidad social.

 

Fotografía © Lars Tunbjörk. Suecia, 2006
Fotografía © Lars Tunbjörk. Suecia, 2006

 


 


Fotografía © Jens Olof Lasthein, de su proyecto

Algunos apuntes sobre orientación visual

Algunos apuntes sobre orientación visual

Reflexiones en QuitarFotos por Marcelo Caballero.

Más allá de la dictadura del encuadre horizontal, impuesta actualmente por los monitores o pantallas de ordenadores, que domina “fisiológicamente” nuestra manera de mirar el mundo virtual; tenemos que seguir reflexionando en la orientación visual: ¿cuándo orientar el encuadre para transmitir mejor nuestra experiencia fotográfica y no caer en juicios preestablecidos?

La orientación visual es una señal inequívoca para un observador atento que la historia ocurre de esa manera y no de otra. Y el sentimiento y atmósfera de la ciudad en la que paseamos debe valorarse con la antelación necesaria, la sensibilidad del autor, la espontaneidad y el azar del momento.

 

Fotografía © Sergio Larraín, de su libro "Valparaíso".
Fotografía © Sergio Larraín, de su libro "Valparaíso".

 

Algo de todo ello, pensó Sergio Larrain, que tomó la decisión de orientar, la mayoría de las fotografías de su proyecto sobre Valparaiso,  en encuadres verticales, acordes con esta ciudad chilena construida y vivida desde la colina hacia el mar.

Por otro lado, la elección de la orientación del encuadre horizontal pero panorámico llevó a Jens Olof Lasthein a realizar imágenes que potencian el aislamiento en que vivían los pueblos de Abjasia, una república separatista de Georgia.

 

Fotografía © Jens Olof Lasthein, de su proyecto "Black Sea, White Sea"
Fotografía © Jens Olof Lasthein, de su proyecto "Black Sea, White Sea."

 

Tal vez la serie captura un tema universal del estado de ánimo de haber perdido la pista en la vida familiar para muchos de nosotros” señala Lasthein con respecto a su trabajo: White Sea, Black Sea
 

Fotografía © Jens Olof Lasthein, de su proyecto "Black Sea, White Sea".
Fotografía © Jens Olof Lasthein, de su proyecto "Black Sea, White Sea".

 
Algunos hablan de espacios negativos y de espacios positivos, para orientar los encuadres de sus fotografías. Algo que el Robert Frank de Los Americanos entendió perfectamente al potenciar “ese espacio negativo” en sugerente “lugar” de simbolismo visual.

 

Fotografía © Robert Frank, de su libro "The Americans".
Fotografía © Robert Frank, de su libro "The Americans".

 

Pero, la mayoría, (entre los cuales se encuentra quien les escribe)  piensa que la orientación más natural y apropiada es la horizontal porque nos desplazamos en horizontal, nos relacionamos en horizontal. En cambio lo vertical es pensado y utilizado como si fuera un corte, un paréntesis para pasar a otro juego de intercambios horizontales.

Quizás todo ello sea lógico y natural para muchos de los que nos gusta la fotografía. Pero no estaría mal pararse, reflexionar y tomar la mejor decisión: darle la orientación adecuada puede cualificar tus fotografías. Es una variante que no hay que obviar en algún momento.

 

Fotografía © Ernst Haas. Nueva York, 1962.
Fotografía © Ernst Haas. Nueva York, 1962.

 


Fotografía © Graciela Magnoni. Harar, Etiopía 2015.

"La imperfección de una imagen es parte de su éxito" Graciela Magnoni

«La imperfección de una imagen es parte de su éxito» Graciela Magnoni

Entrevista en QuitarFotos a Graciela Magnoni por Marcelo Caballero

Hola Graciela, en esta entrevista no quiero hacerte preguntas comunes tipo: de dónde eres, qué estudiaste o dónde vives. Por eso, me gustaría centrarme en todo lo que muestras en tu magnífica web donde puedo visualizar una gran cantidad de portfolios y proyectos realizados desde el 2011 en adelante.  Sé que hace muchos años que haces imágenes pero podríamos decir que, a esta altura del partido, estás en una etapa muy prolífica y de madurez de tu trabajo fotográfico. ¿A qué se debe todo ello?

Por muchos años fui fotógrafa de prensa. Empecé bastante joven a realizar fotos por las calles, por donde iba. Trabajé en varias revistas. Siempre fui bastante apasionada y obsesionada por la fotografía. Pero antes no había redes sociales y el trabajo de uno quedaba en cajones o en negativos. De 1996 a 2008 no fotografié por varios motivos personales y logísticos. Por eso hay una ruptura en mi trabajo: el de antes, cuando era mucho más joven, y el de más tarde, cuando pasé a digital y ya no trabajaba más en la prensa.

Pienso que cuando volví a fotografiar ya fue para hacer un trabajo propio, sin meta especial, sin razón, sin que nadie me lo pidiera. Y eso permitió que mi creatividad y estilo se desarrollaran. Todos estos años sin hacer fotos fueron también una motivación para recomenzar con más determinación. Cuando el momento llegó, yo ya estaba más que pronta para dedicarme totalmente a la fotografía. Fue como recuperar mi identidad. Algo indescriptible para mí. Hoy, no puedo imaginar hacer otra cosa.

Pienso que cuando volví a fotografiar ya fue para hacer un trabajo propio, sin meta especial, sin razón, sin que nadie me lo pidiera. Y eso permitió que mi creatividad y estilo se desarrollaran.

Fotografía de Perfil de Graciela Magnoni

Cuando fui jurado en el Miami Street Photography Festival del 2013, entré en contacto por primera vez con tu trabajo (creo que fuiste finalista ese año) y recuerdo que me cautivó tu forma de componer y la frescura de tus imágenes. Y como espectador, a través de tus fotografías,  sentía que estaba ante un escenario teatral, de frente, donde la gente iba y venía haciendo cosas, con buena luz y muchos planos. Más o menos en esa época hiciste varios talleres con Nikos Economopoulos, la pregunta es: ¿qué sacaste en limpio de esos contactos con el fotógrafo griego y qué incorporaste a tu mirada?

Nikos Economopoulos fue realmente un encuentro determinante para mí en aquel momento. Yo necesitaba un “reset” en mi forma de ver y fotografiar. Hasta entonces, creo que yo veía a través de la narrativa de la prensa, con imágenes más directas, simples, con un mensaje claro para una audiencia conocida. Economopoulos rompió con ese pasado. Él me hizo ver la importancia de un estilo más personal, oír más a la intuición y depender menos de los encuadres previamente establecidos en nuestra mente. Tratar de soltarse, de probar cosas nuevas, pero sin forzar, tratar de que las imágenes no sean artificiales.

Algo que me quedó claro es que no hay nada como las imágenes que transmiten algo genuino. Cuando el encuadre es muy perfecto puede dar la idea de algo mecánico y orquestado. Una composición fluida y natural favorece la legitimidad de la imagen. A veces la imperfección dentro de una imagen casi perfecta es parte del éxito de la imagen. Al mismo tiempo, hay que tener cuidado de no favorecer la forma y olvidarse del contenido. Para mí, la clave es tener total control de todas las variables pero sin dejar que se vea. No es muy fácil. Nikos es un maestro y un profesor excepcional, honesto y generoso.

Algo que me quedó claro es que no hay nada como las imágenes que transmiten algo genuino. Cuando el encuadre es muy perfecto puede dar la idea de algo mecánico y orquestado. Una composición fluida y natural favorece la legitimidad de la imagen. A veces la imperfección dentro de una imagen casi perfecta es parte del éxito de la imagen. Al mismo tiempo, hay que tener cuidado de no favorecer la forma y olvidarse del contenido.

Sé que viajas mucho, hoy estás en Nueva York y mañana puedes estar en India. ¿Donde te sientes más cómoda para fotografiar,  en los espacios públicos de ciudades tropicales o en urbes de climas templados o fríos donde la luz pide permiso para hacerse presente?

Marcelo, la verdad es que me siento cómoda en los dos ambientes. Me encanta sacar fotos en los trópicos, con el sol fuerte, usando sombras para componer y colores saturados. La gente en el trópico tiene otro ritmo, hay algo exótico que me atrae. Me lleva a mi infancia en Brasil, Panamá, Manaus en la Amazonia. Lugares donde fui muy feliz cuando era niña. Me identifico mucho con los países africanos, el Caribe y India también. Me identifico mucho con el tercer mundo, con su simplicidad y espontaneidad. Me gusta caminar por las calles, me siento conectada con la gente, con la cultura. Me siento en mi salsa.

Al mismo tiempo, también me encantan las ciudades grandes del primer mundo, el anonimato, el ritmo rápido, la mezcla de gente. Yo pasé toda mi adolescencia en París y fueron momentos muy importantes para mí. Me gustan los países europeos también. Al igual que Nueva York donde viví 3 años en 1990 y allí conocí a mi marido. Me gusta ese mundo duro, me gusta sacar fotos que te hagan soñar en esas ciudades difíciles. Con respecto al clima, es cierto, prefiero el sol, pero he conseguido buenas fotos con días nublados también. Da más trabajo y es menos agradable caminar en el frío, pero los sobretodos de inviernos, el humo del metro,  la nieve también ayudan a dar ambiente a una imagen. Hay menos cromatismo; entonces uno o dos colores fuertes hacen resaltar la imagen. Cada lugar ofrece algo diferente, lo importante es saber reconocer el potencial de cada lugar y sacarle ventaja.

 

Fotografía © Graciela Magnoni. Minneapolis, USA.
Fotografía © Graciela Magnoni. Minneapolis, USA.

 

Después de haber estado en un colectivo de fotografía urbana del sur de Europa como «Calle 35» con gran arraigo en la cultura hispanoamericana, y ahora te incorporaste a «In-Public» que representa al mundo anglosajón, ¿qué diferencias encuentras entre ambos en relación a la estética compositiva y en general, a la hora de fotografiar en los espacios públicos?

Creo que los fotógrafos españoles usan mucho la luz que ofrece España, una luz increíble, fuerte, limpia. Trabajan más la composición con las sombras, es mucho más sensorial. La sensualidad está más presente en las imágenes. Pienso que para ellos comunicar sentimientos es más importante que un mensaje. Por supuesto, hablo en general. El mundo fotográfico de calle anglosajón busca una imagen más ingeniosa, astuta, donde el mensaje es más importante que la forma. Les importa menos la composición. Ven la composición como algo más tradicional, del pasado, menos avant-garde. A veces pienso que les aburre un poco. Nos les interesa tanto. Nuevamente, hablo bien en general. Yo hago un poco de los dos. Pero definitivamente el lado latino me llama más. La sensualidad en la imagen es algo que me gusta mucho. También trato de buscar eso en las ciudades de los países anglosajones. La sensualidad está en todos lados.

Creo que los fotógrafos españoles usan mucho la luz que ofrece España, una luz increíble, fuerte, limpia. Trabajan más la composición con las sombras, es mucho más sensorial. La sensualidad está más presente en las imágenes. Pienso que para ellos comunicar sentimientos es más importante que un mensaje. Por supuesto, hablo en general. El mundo fotográfico de calle anglosajón busca una imagen más ingeniosa, astuta, donde el mensaje es más importante que la forma. Les importa menos la composición.

 En este tsunami caótico de imágenes en que vivimos actualmente y que parece no tener límite en las redes sociales, desde tu punto de vista ¿qué debe tener una fotografía para que llame la atención?

Siempre me pregunto qué es lo que hace que una imagen en las redes sociales tenga más éxito que otras. Me intriga bastante. Siento que no hay una regla. Es casi como una lotería. Como en las redes sociales,  las imágenes se ven en su mayor parte pequeñas; creo que las fotos con un plano más de cerca, con una composición más fuerte, con colores saturados atraen más a la gente;  que las ve rápidamente, muchas veces en el teléfono. También una composición diferente ayuda a que llame la atención. Creo que al final es como todo, no siempre lo mejor llama la atención a la primera ojeada. Fotografiar no es una ciencia exacta, hay muchas variables que no se pueden controlar.

Fotografiar por las calles, para ti es una gran pasión y lo transmites a través de tus imágenes. Qué es más importante, el instante decisivo o esos momentos donde aparentemente no pasa nada y, en verdad, están sucediendo cosas no tan visibles?

Para mí, el momento decisivo es como algo milagroso, es un momento único que nunca más se repite. Es maravilloso. Me gusta buscarlo, es como correr atrás de la suerte. Me agrada la idea de la sorpresa, de lo inesperado. Por supuesto que también hago fotos de escenas donde no hay momentos decisivos. Son fotos diferentes y tienen su valor también. Para mí, el momento decisivo tiene una magia especial. Cuando lo consigo captar en una imagen,  es una satisfacción enorme.

Fotografía © Graciela Magnoni. San Francisco, USA.

A los que nos gusta hacer fotografía urbana, nos agrada perdernos por la ciudad y hacer fotografías por el mero hecho de disfrutar con la composición y la estética, sin temas aparentes. Desde tu punto de vista, se puede armar un proyecto con ese tipo de fotografías? ¿cómo lo haces tú?

Por ahora estoy fotografiando mucho sin un proyecto claro, no me gustan los proyectos rígidos y muy definidos. Me gusta la búsqueda de imágenes buenas sin un guión.

Pienso que más adelante podré encontrar una conexión entre mis fotos y contar una historia a través de ellas. No quiero que la idea de un proyecto concreto me limite la creatividad. Lo importante es tener una consistencia de estilo para que después las fotos juntas digan algo sobre uno. He intentado varias veces concentrarme en proyectos pero no me traen satisfacción. Me gusta sentirme libre.

 

Te voy a realizar una pregunta un tanto apocalíptica y diría hasta residual pero me gustaría saber tu opinión: ¿cómo ves el futuro de la fotografía urbana?

Marcelo, esta pregunta es más que apocalíptica. Voy a tratar de responderte de manera optimista. Hace 20 años se decía que la fotografía documental estaba en su fin. Y vemos ahora cómo este género volvió con mucha fuerza. Hay inclusive muchos fotógrafos jóvenes volviendo a usar películas/film. Creo que como todo, los que hagan un trabajo personal, original y de calidad, saldrán adelante. Es verdad que hay un mar de fotos en las redes sociales; y al mismo tiempo hay mucha fotografía de calle de mala calidad, sin interés ninguno. Hay fotógrafos que se quejan de esta saturación de imágenes pero al mismo tiempo eso ayuda a que el trabajo de calidad sobresalga y que el nivel de las imágenes se siga superando.

Creo que al final todo se decanta y lo bueno permanece. Una buena imagen siempre será una buena imagen y sobrevivirá al tsunami visual en las redes sociales. Hay que pensar así, pues caso contrario es difícil seguir adelante. Hay que hacer el trabajo pensando en sí mismo y no en los demás.

Creo que al final todo se decanta y lo bueno permanece. Una buena imagen siempre será una buena imagen y sobrevivirá al tsunami visual en las redes sociales.

Me gustaría que elijas tres imágenes favoritas de tus trabajos y me cuentes un poco el “detrás de esas imágenes” o en otras palabras, ¿cómo llegaste a ese instante mágico que tanto nos gusta captar en la calle y muchas veces sin suerte?

Voy a elegir 3 fotos en países diferentes y situaciones bien diferentes. Todas tienen el factor del momento decisivo, que para mí es lo que más me interesa y lo más difícil de conseguir.

La primera foto es bastante conocida en las redes sociales que saqué en Harar, Etiopia. Para mí esta foto es perfecta. Todo está en su lugar. El momento decisivo lo vi cuando el perro cruzó el encuadre en el lugar perfecto.

 

Fotografía © Graciela Magnoni. Harar, Etiopía 2015.
Fotografía © Graciela Magnoni. Harar, Etiopía 2015.

 

Lo que primero me atrajo a este lugar fue la cortina naranja en el fondo con unos palos sugiriendo una cruz. Luego el auto azul,  con las cruces blancas sobre el azul. Me pareció muy visual este lugar. Y sentí que tenía mucho potencial para conseguir una buena foto. El niño estaba parado con cara de cansado, con el sol en la cara sin realmente pensar que yo lo estaba incluyendo en el encuadre. Me gustó su camiseta sucia. Fui haciendo varias fotos, hasta que el señor de la derecha se sentó en ese lugar perfecto. El otro hombre fue a buscar algo en el auto azul, el niño se protegía del sol y cuando el perro pasó fue el instante mágico.Todo fue muy rápido; un momento que nunca olvidaré.

La segunda foto la realicé en India en 2016. Es la foto de un caballo desperezándose. Esta foto fue algo muy inesperado.

 

Fotografía © Graciela Magnoni. India 2016.
Fotografía © Graciela Magnoni. India 2016.

 

Yo estaba caminando en un terreno baldío;  y de lejos,  veo este caballo con esa extraña postura,  frente a un toldo que lo enmarcaba divinamente. Me puse muy ansiosa porque estaba lejos. Empecé a caminar bien ligero pero no quería correr para no asustar al caballo. Cuando llegué más cerca seguía así, como si me estuviese esperando. Hice un par de fotos y enseguida salió de esa posición. Me quedé un rato más para ver si volvía… pero nunca más retornó. Por eso la suerte/el momento decisivo es tan maravilloso. Pasa una vez y solamente una vez.

La tercera foto es de Nueva York en el invierno de este año. Ya que me preguntaste sobre el invierno y sobre las fotos en ciudades más urbanas: elegí ésta para mostrar que todos los lugares ofrecen momentos inolvidables.

 

Fotografía © Graciela Magnoni. Nueva York 2017
Fotografía © Graciela Magnoni. Nueva York 2017

 

Este día estaba nevando, salí con la cámara sin pensar que conseguiría algo especial. Estaba muy gris, la luz bastante oscura. Cuando pasé adelante de esa vidriera con este maniquí tan sensual contrastando con la realidad en la calle pensé: “allí hay potencial para una imagen fuerte”. Empecé a buscar una manera para usar este maniquí. En eso estaba, cuando de repente, pasaron esas dos personas idénticas como dos robots. Justo lo que necesitaba para contrastar con el maniquí. Tuve suerte que salieran con la misma posición y con bolsas negras parecidas. Es todo cuestión de suerte y de ayudar a la suerte.

¿En qué proyecto estás trabajando en la actualidad?

Como te dije,  no me gustan mucho los proyectos muy definidos. Sin embargo, estoy trabajando en un proyecto bastante abierto, ya hace 3 años, en el Punjab indio. Mi marido es de esa región y la historia de su división política en 1947 me apasiona. Me siento muy conectada con ese lugar. Intentaré más adelante ir al Punjab paquistaní. Por ahora no trato de definir totalmente el proyecto. Hago 2 a 3 viajes por año a esa región y hago fotos. Más adelante veré cómo definir el proyecto. Para mí,  lo más importante son las fotografías y no el concepto detrás de las fotos. La narrativa se puede trabajar al final si se quiere. Vendrá el momento que me siente y decida qué hacer con todo ello. Por ahora, quiero seguir superándome.

Para mí,  lo más importante son las fotografías y no el concepto detrás de las fotos. La narrativa se puede trabajar al final si se quiere.

 

 


Graciela Magnoni.

Nació en UruguayComenzó su carrera fotográfica colaborando con prensa comarcal y nacional en Brasil. En 1990 se mudó a Nueva York y trabajó como corresponsal para unos cuantos periódicos y revistas brasileñas y argentinas que cubrían las noticias. En 2003 se mudó a Singapur y comenzó a fotografiar en las calles de muchas ciudades del entorno asiático, especialmente las de la IndiaSegún sus palabras: “viajar y fotografiar han sido una obsesión desde que tengo 15 años”.

Tiene una licenciatura en Periodismo y una Maestría en Comunicación Visual e Internacional de la Universidad de Minnesota. Actualmente es miembro estable del colectivo de fotografía de calle: In Public.

 

 


Enlaces:

Web de Graciela Magnoni: www.gracielamagnoni.com


Fotografía © Josu Zaldibar. Taller de fotografía con Jose Manuel Navia. Bilbao, Blackkamera 2016

"Un fotógrafo debe ser una persona multimedia" Josu Zaldibar

«Un fotógrafo debe ser una persona multimedia» Josu Zaldibar

Entrevista a Josu Zaldibar por Marcelo Caballero

Hola Josu,  este año se cumplen 5 años de aventura junto con Blackkamera y que lo han convertido en un referente docente en el País vasco,  especialmente en la enseñanza de la fotografía  documental. Cuéntame un poco, desde una visión íntima, desde el alma, ¿qué significa este lustro de docencia para tu vida?

No ha sido fácil y sigue sin serlo. Los comienzos fueron como creo que deben ser estos proyectos: realizados paso a paso, sin ruido y con grandes dosis de realismo. Metiendo horas e invirtiendo mucho tiempo en la metodología de las clases, en el alumnado y atendiendo a todo lo que ellos/as proponen. No hay fórmulas mágicas, solamente trabajo. Creo que quien se dedica a este magnífico oficio debe de estar en él, por vocación.

De mi actividad, se derivan las emociones. Hablo con personas a las que les debo de ofrecer una visión global y no contaminada con la que se logren motivar, que entiendan y comprendan los nuevos códigos visuales del mundo en el que viven.

Y en esta parte,  la experiencia vital, tanto profesional como personal,  adquirida con la fotografía que debe de trasladarse como algo vivencial al alumnado. Y, además, así se lo pedimos a todos/as los/as que colaboran como profesores/as en Blackkamera.

Josu Zaldibar, fotografía perfil

Necesitan que se les hable de fotografía. Pero también de las realidades personales y profesionales tan diferentes con las que nos encontramos y de las que tienen que aprender. He tenido que restar a mi vida personal muchos momentos. Pero he sumado tantos,  desde que hace 9 años comencé a dar clases, que considero el resultado muy positivo.

Solamente hay dos maneras de poder llevarlo: por una parte,  siendo agradecido con los que me rodean personal y profesionalmente, por haberme ayudado a llevar adelante este proyecto. Y, por otra parte, teniendo una buena actitud. Hace tiempo que llegué a la conclusión de que el objetivo estaba cumplido y que, desde hace tiempo, todo lo que hago es un regalo.

Con la experiencia acumulada de tantos alumnos a cursos y  talleres con prestigiosos fotógrafos nacionales e internacionales, ¿cuáles serían los próximos desafíos pedagógicos para seguir creciendo ante los vertiginosos cambios de discurso de la fotografía actual?

¡¡Casi nada!! Bueno, en primer lugar creo que este proyecto ha de seguir por el mismo camino que ha recorrido hasta hoy. En todo lo relacionado con los cursos y talleres, debemos de estar atentos a los cambios que se avecinan dentro de la fotografía documental. Debemos pensar que la fotografía siempre ha estado envuelta en profundas transformaciones. No es algo nuevo.

La fotografía tal y como la conocemos mutará con los nuevos tiempos. Por lo tanto, la educación también debe realizar los esfuerzos necesarios para asumir y aceptar estos cambios. Siempre lo ha hecho, desde su nacimiento.

Es importante implementar en la Escuela nuevos mensajes. No podemos estancarnos en lenguajes clásicos únicamente. Siendo conscientes del suelo que pisamos y teniendo como referencia a los/as grandes maestros/as de la fotografía, hoy en día, la imagen «versus» palabra, nos hace plantearnos nuevos retos y Blackkamera, en su oferta global,  los va a saber integrar sin lugar a dudas.

La fotografía tal y como la conocemos mutará con los nuevos tiempos. Por lo tanto, la educación también debe realizar los esfuerzos necesarios para asumir y aceptar estos cambios. Siempre lo ha hecho, desde su nacimiento.

Los nuevos lenguajes dentro de la fotografía documental, donde internet y las redes sociales ofrecen soportes con códigos y mensajes nuevos en la comunicación; donde las personas individual o colectivamente utilizan estos nuevos medios para comunicar ideas, reflexiones, pensamientos, proyectos. Todo ello hace que esta Escuela no pueda quedarse con los brazos cruzados en la comodidad, porque sabemos de medios, escuelas y  buenos/as profesionales que han desaparecido porque no han sabido interpretar los nuevos cauces de información más directos y efectivos que se están generando en la actualidad. Y que son completamente diferentes de lo que eran hace unos años.

 

Fotografía © Josu Zaldibar. Taller de fotografía con Jose Manuel Navia. Bilbao, Blackkamera 2016
Fotografía © Josu Zaldibar. Taller de fotografía con Jose Manuel Navia. Bilbao, Blackkamera 2016

 

Para poder labrarse un futuro, hay que luchar mucho, trabajar duro y de una manera seria. Solamente los/as alumnas/os que consideren que la madurez, y los años de trabajo constante traen resultados, crecerán y habrán aprendido lo necesario para afrontar los nuevos retos que va a plantear la fotografía documental a medio y largo plazo. A corto no se puede producir nada. Es necesaria la experiencia.

Debemos de realizar más esfuerzos, contar con mayor número de profesionales de diferentes ámbitos. No solamente de la fotografía sino también, sociólogos/as, economistas, del ámbito de la cultura y el arte, para poder ofrecer una lectura más global a nivel educativo de lo que se ha cocinado hasta ahora «.

Para poder labrarse un futuro, hay que luchar mucho, trabajar duro y de una manera seria. Solamente los/as alumnas/os que consideren que la madurez, y los años de trabajo constante traen resultados, crecerán y habrán aprendido lo necesario para afrontar los nuevos retos que va a plantear la fotografía documental a medio y largo plazo. A corto no se puede producir nada. Es necesaria la experiencia.

Siguiendo con la tónica de la pregunta anterior, ¿Cómo ves el presente y el futuro de la fotografía española?

No voy a ser pretencioso, ni pasarme de listo porque seguro que mi análisis no sería ajustado a la realidad. Hay infinidad de escuelas muy buenas que llevan un montón de años donde salen grandes profesionales y que, con una visión temporal más amplia, seguro que darían cifras y datos más reales de lo que os puedo precisar yo.

Lo que sí puedo hablar es desde la práctica, la experiencia y lo que grandes maestros/as de la fotografía que han pasado por la Escuela han afirmado: “actualmente hay gente con ganas de tirar para adelante con proyectos interesantes y que, a medio plazo, lograrán hacerse un hueco en la agenda estatal “.

 

Fotografía © Josu Zaldibar. Masterclass con el fotógrafo de la agencia Magnum, Gueorgui Pinkhassov. Bilbao, Blackkamera, 2016
Fotografía © Josu Zaldibar. Masterclass con el fotógrafo de la agencia Magnum, Gueorgui Pinkhassov. Bilbao, Blackkamera, 2016

 

Tengo algunas preguntas que hacerte que giran alrededor del mercado laboral que le espera o no al alumnado a la vuelta de la esquina, al salir de los cursos. Voy por la primera:  a) ¿qué herramientas formativas le ofrecen al alumnado para enfrentarse de forma idónea a los nuevos retos del trabajo fotográfico alejada definitivamente del mercado tradicional?

Nosotros en la Escuela nunca hemos tenido tanta gente como hoy en día con ganas de avanzar. Lo que sí te puedo asegurar es que, depende de cómo lo hagamos nosotros a nivel educativo, nuestra labor tendrá una proyección positiva sobre el alumnado que desee formarse profesionalmente para poder ubicarse en un mercado complicado como quizás no lo había estado nunca.

Además de la formación básica, siempre hemos querido tener una estructura flexible para poder gestionar mejor las nuevas demandas que nos solicitan.

Abordamos desde los cursos básicos a avanzados de fotografía documental; cursos de fotorreportajes, fotoperiodismo, video, usos de nuevas tecnologías en fotografía; cursos de edición, retrato de estudio, talleres de fotografía con profesionales en activo que dan una visión amplia y realista de la fotografía documental de hoy en día. Además, de tres nuevos cursos y colaboraciones, que presentaremos de cara al 2018 donde tendrán cabida nuevos lenguajes que se están dando dentro de la fotografía documental.

En definitiva, una escuela con propuestas flexibles, integradoras y participativas, donde utilizaremos la misma fórmula con el alumnado que hemos aplicado hasta hoy: conocimientos y habilidades combinado con una buena actitud. Así será Blackkamera en un futuro próximo.

 

Fotografía © Josu Zaldibar. Masterclass con la fotógrafa de guerra MAYSUN. Bilbao, Blackkamera 2017
Fotografía © Josu Zaldibar. Masterclass con la fotógrafa de guerra MAYSUN. Bilbao, Blackkamera 2017

 

b) desde tu punto de vista, ¿puede ganarse la vida un joven fotógrafo documental?

Bueno esto de «joven»… Yo hice fotografía a una edad que rozaba los 35 años. Estudié tres años pero no me prepararon para ser profesional. Considerando que no hay edad propicia para estudiar sino ganas de llevar a cabo un sueño;  es cierto que veo muy complicado vender a la familia de un/a joven que realice estudios de fotografía y pueda llegar a trabajar como fotógrafo/a profesional.

Seguro que, en muchos casos, apoyarán este camino; pero, en otros muchos, no se tomarán la fotografía como una carrera de futuro profesional, porque los estándares educativos «dicen» que las carreras «seguras» no pasan por que mi hijo/a realice estudios de fotografía. Todavía, por desgracia,  estamos en esta fase.

Otros países consideran, sin embargo, que se debe invertir en este tipo de conocimientos para el futuro de sus jóvenes. Mientras tanto… a esperar o a luchar por cambiar la tendencia.

Seguro que, en muchos casos, apoyarán este camino; pero, en otros muchos, no se tomarán la fotografía como una carrera de futuro profesional, porque los estándares educativos «dicen» que las carreras «seguras» no pasan por que mi hijo/a realice estudios de fotografía.

En la conferencia que hubo durante la celebración del 5 aniversario de la Escuela, el fotógrafo de El Correo: Iñaki Andrés, resaltó algo muy interesante y con buenas dosis de sentido común, “ Cuando yo comencé a trabajar como fotógrafo, no fui a ninguna escuela, todo lo aprendí a fuerza de práctica y años de estar en la calle. Actualmente hay Escuelas y medios para formar a profesionales pero la diferencia entre mis comienzos y los actuales es que el mercado actual está  muy complicado y que solamente unos/as pocos/as lograrán poder vivir de ello. Hay que luchar mucho y durante tiempo para poder lograrlo.”

c) ¿cuáles son las opciones?

Dentro del ámbito «profesional» hay posibilidades. Pero como he comentado antes es necesaria mucha tenacidad, lucha, buena actitud. Y una base sólida de conocimientos y práctica para poder acceder a un mercado como puede ser las agencias de publicidad;  formarse como fotógrafos de reportaje social;  trabajar «cobrando» en prensa/magazine. O en proyectos documentales de medio o largo recorrido; que puedan tener acceso a becas; formar parte de nuevas agencias con mayor autonomía en relación a las «grandes», y que cuentan con profesionales que publican diariamente en las portadas de los mejores medios de comunicación del mundo y viven muy cerca de nosotros.

Dentro del ámbito «profesional» hay posibilidades. Pero como he comentado antes es necesaria mucha tenacidad, lucha, buena actitud. Y una base sólida de conocimientos y práctica para poder acceder a un mercado…

Actualmente un fotógrafo/a documental debe ser una «persona multimedia». Debe de disponer de una formación global en fotografía, video, redes sociales, idiomas, cultura general, y todo aquello que suponga un plus en su currículo y que le ayudará indudablemente a superar las barreras que actualmente existe en el mercado para poder acceder a él.

Pero ojo, hay que ser realistas, aquí no hay caminos cortos, no hay atajos, hay que ser muy obstinado/a;  y sobre todo, estar dispuesto a realizar un gran sacrificio personal para poder conseguirlo.

 

Fotografía © Josu Zaldibar. Retratos de su proyecto en curso Hiria

La fotografía tal y como la conocemos mutará con los nuevos tiempos. Por lo tanto, la educación también debe realizar los esfuerzos necesarios para asumir y aceptar estos cambios. Siempre lo ha hecho, desde su nacimiento.

 

Actualmente un fotógrafo/a documental debe ser una “persona multimedia”. Debe de disponer de una formación global en fotografía, video, redes sociales, idiomas, cultura general, y todo aquello que suponga un plus en su currículo y que le ayudará indudablemente a superar las barreras que actualmente existe en el mercado para poder acceder a él.

 

¿Cómo compaginas tu tiempo para disfrutar de la fotografía urbana que tanto te gusta,  y de tus proyectos personales con la docencia que cada vez acapara más tu día a día?

Pues la verdad, buena pregunta porque creo que no te sabría responder con exactitud. Hemos hablado anteriormente de esto: mucho trabajo y muchas horas de sueño.

Hay que ver la vida con mucho pragmatismo. Primero está el proyecto educativo, por encima de mis proyectos personales. Visto desde un punto realista, no puedo pedir más. Tengo anualmente alumnado al que tengo que atender porque son parte de mi proyecto personal. No puedo desvincularme de ello. Les conozco a la mayoría de ellos/as desde sus comienzos en los cursos básicos y verlos ahora cómo viven y aman la fotografía,  es para mí más que suficiente.

Afrontan pequeños retos y saber que formo parte en alguna manera de sus trabajos, me emociona. Estoy absolutamente seguro que, con el tiempo y a medio plazo, me darán grandes alegrías como fundador de Blackkamera.

 

Fotografía © Josu Zaldibar, Amsterdam.
Fotografía © Josu Zaldibar, Amsterdam.

 

En relación a mis proyectos personales, actualmente estoy embarcado en un trabajo que me llevará durante 5 años a lo largo de 10 ciudades europeas ofreciendo en cada una de ellas un taller de fotografía de calle. Es un proyecto ambicioso, no lo voy a negar;  y del que se obtendrán muy buenos resultados,  a nivel de trabajos y de participación.

Hay un segundo proyecto de carácter antropológico y sociológico que aborda los cambios sociales producidos en el entorno donde vivo y que me llevará un tiempo. Un trabajo que no hubiese sido posible sin el apoyo de Fujifilm y Foto Samar a los cuales les estoy muy agradecido.

Creo que como en todo,  afortunadamente uno va cambiando. Mantengo discursos más clásicos pero buscando nuevos aires que respirar. Salir y entrar. Así interpreto lo que hago. Salir para desintoxicar la mirada y respirar. Entrar para revisar y renovar mi lenguaje.

No puedes decir a tus alumnos/as que experimenten, que prueben cosas diferentes y que quién les habla se estanque en un discurso o una estética que ahora puede ser muy actual o estar muy de moda. Pero por una falta de experimentación sobre nuevos discursos,  se quede anquilosada o sumergida entre miles de imágenes que se producen a diario en la fotografía de calle.

Mantengo discursos más clásicos pero buscando nuevos aires que respirar. Salir y entrar. Así interpreto lo que hago. Salir para desintoxicar la mirada y respirar. Entrar para revisar y renovar mi lenguaje.

Debemos ser visualmente más poliédricos en cuanto a nuestro trabajo. Siempre me fascinó Ernst Haas por la capacidad que tuvo de innovar y de producir imágenes, series y proyectos tan diferentes el uno al otro.

 

Fotografía © Josu Zaldibar, Londres, 2017.
Fotografía © Josu Zaldibar, Londres, 2017.

 

Hay una base de autores clásicos pero no debemos de comportarnos como meras fotocopiadoras sin aportar nada nuevo. Hay que intentar hablar más lenguajes aunque no te entiendan porque siempre aportarán a largo plazo,  una mirada más amplia y real de nuestro entorno. Desde el principio de respeto a todos/as los que trabajan el género de fotografía de calle,  creo que hay que seguir investigando nuevos territorios. Lo tenemos delante. Solamente hay que arriesgarse.

Debemos ser visualmente más poliédricos en cuanto a nuestro trabajo. Siempre me fascinó Ernst Haas por la capacidad que tuvo de innovar y de producir imágenes, series y proyectos tan diferentes el uno al otro.

¿Qué privilegias más en la fotografía urbana, la estética o el documento?

Pregunta clásica quizás. Una respuesta rápida: fotografio lo que observo, lo que siento, sin prejuicios, lo que me gusta, lo que me llama la atención, motiva o me hace sentirme vivo. No sé cómo se le llama a esto. Cada cual que le ponga el nombre que desee.

En la misma tónica que la pregunta anterior: ¿color o blanco y negro?, ¿o ambas?, ¿porqué?

Pues siento que te voy a contestar de la misma manera. Creo que teniendo dos ojos que distinguen hasta 16 millones de posibilidades cromáticas, me quedo con el color. Así lo veo y así me gusta expresarme, pero, como en todo, no descarto nunca a priori nada. Y solamente pido coherencia visual narrativa, a la hora de elegir. O en color o en blanco y negro.

 


Josu Zaldibar.

Fundador de la Escuela de Fotografía Documental Blackkamera. Profesor y coordinador de Cursos de Blackkamera. Fotógrafo de reportaje social en Usual Fotográfica. Colaborador de Fujifilm.

 


Enlaces:

Web de Josu Zaldivar: http://josuzaldibar.com


BONNARD UNA MANERA DE ENTENDER EL COLOR. Fotografía © Harry Gruyaert Bélgica 1981

Bonnard, una manera de entender el color

Bonnard, una manera de entender el color

Reflexiones sobre Bonnard en QuitarFotos por Marcelo Caballero

A puro pincelazo, Pierre Bonnard dejó grogui los planteamientos fundamentales de la pintura tradicional. En particular, noqueó con la contundencia de su trabajo, la perspectiva renacentista y dejó fuera de circulación las leyes clásicas de la proporción y el movimiento. Todo esto resultó un campo fértil para algunos fotógrafos documentales coloristas preocupados por ciertos aspectos formales de la composición. 

 

© Pierre Bonnard. Café dans le Bois 1896.
© Pierre Bonnard. Café dans le Bois 1896.

 

Este excepcional pintor francés comenzó a sobresalir a principios del siglo XX con pinturas que intercalan tonos cálidos en primer plano con fríos de fondo o viceversa. De esa manera altera la percepción de las distancias, le ofrece profundidad de campo a la escena. Esta característica formal de sus pinturas no pasó desapercibida para prestigiosos fotógrafos contemporáneos como Harry Gruyaert o Gueorgui Pinkhassov.

 

Fotografía © Gueorgui Pinkhassov, Japón 1996
Fotografía © Gueorgui Pinkhassov, Japón 1996

 

Otro aspecto formal de las pinturas de Bonnard aborda la “vibración visual” o “visión móvil”;  un efecto pictórico que lo emparenta con la espontaneidad de la fotografía urbana. De hecho, Bonnard trabajó muchas escenas cotidianas en espacios públicos.

 

© Pierre Bonnard. Le crépuscule au Fährhaus 1913.
© Pierre Bonnard. Le crépuscule au Fährhaus 1913.

 

Esas vibraciones visuales empleadas como categorización de colores reemplazan sistemáticamente las perspectivas lineales tan usadas por los pintores del Quattrocento, y fueron un caldo de cultivo para las aspiraciones fotográficas del entonces joven fotógrafo Saul Leiter en los años ’50 del siglo pasado.

 

Fotografía © Saul Leiter
Fotografía © Saul Leiter

 

En pinturas como la que muestro a continuación, las figuras están como en espacios flotantes, suspendidas y que parecen deslizarse sin un punto fijo. Y  las figuras,  ubicadas en el margen derecho superior, se observan como desde una perspectiva diferente.

 

© Pierre Bonnard, Young Woman 1921
© Pierre Bonnard, Young Woman 1921

 

Yo había entendido – señala Bonnard en una carta a un amigo – que el color podía expresar todas las cosas sin necesidad de relieve ni de modelado. Me pareció que era posible traducir luz, formas y carácter a través exclusivamente del color, sin recurrir a las relaciones de contraste”.

 

Fotografía © Harry Gruyaert, Bélgica 1988
Fotografía © Harry Gruyaert, Bélgica 1988

 

Lo revolucionario es que el ojo observador, al tener que desplazarse a través de un color a otro (de una figura a otra), hace que surja la sensación de un camino recorrido, generando así espacio entre las figuras. En donde “el camino recorrido” desemboca, como en la siguiente imagen de Bonnard,  en tres personas situados  lejanas al fondo creando la sensación de otra perspectiva, ligeramente vista desde abajo.

 

© Pierre Bonnard. 3 femmes au chien-1891
© Pierre Bonnard. 3 femmes au chien-1891

 

Yo había entendido – señala Bonnard en una carta a un amigo – que el color podía expresar todas las cosas sin necesidad de relieve ni de modelado. Me pareció que era posible traducir luz, formas y carácter a través exclusivamente del color, sin recurrir a las relaciones de contraste”.

 


Fotografía © Robert Frank. Rio Mississipi, Baton Rouge, Louisiana, 1955

La soportable levedad de un horizonte inclinado

La soportable levedad de un horizonte inclinado

Reflexiones en Quitar Fotos por Marcelo Caballero

En una ocasión, hace ya unos años, presenté mi portfolio a un editor de una prestigiosa revista de viajes; y luego de echarle una rápida ojeada, me aconsejó que no mostrara imágenes con horizontes inclinados. “No gustan ese tipo de imágenes. La línea del horizonte tiene que estar paralelo a los márgenes superior e inferior del encuadre". “Tiene que estar derecho” dirían las malas lenguas. Y en parte tenía razón, en la biblia de la fotografía de viajes, la regla del horizonte es el primer mandamiento. 

Si uno tiene ganas de investigar un poco en la web, verá que está llena de tutoriales para ayudar a corregir horizontes inclinados por ejemplo con herramientas como Photoshop.

Los horizontes inclinados siguen siendo una falacia para muchos puristas. Sin embargo, en la fotografía urbana, esa regla se rompió con la llegada de Robert Frank. Y estamos hablando de fotografías publicadas hace 60 años.

 

Fotografía © Robert Frank. Rio Mississipi, Baton Rouge, Louisiana, 1955
Fotografía © Robert Frank. Rio Mississipi, Baton Rouge, Louisiana, 1955

 

Como se observa en la fotografía de arriba, utilizó tanto un objetivo gran angular como un horizonte inclinado para crear un vértice dinámico centrado en el predicador, única línea vertical en toda la composición.

Esta foto que aparece en "Los Americanos" (influyente libro de Frank publicado por primera vez por Robert Delpire en 1958), no pasó desapercibida para Garry Winogrand,  por ese entonces, una joven promesa fotográfica. Y le pareció “rompedora”, diferente a todo lo visto hasta entonces.

 

Fotografía © Garry Winogrand, de su trabajo "Women are Beautiful" / horizonte inclinado
Fotografía © Garry Winogrand, de su trabajo "Women are Beautiful"

 

Profundamente afectado por esta fotografía, Winogrand empezó a investigar cómo podía él también fusionar el espacio estético con sus temas. Este tipo de imagen bastante atrevida para la época, le otorgó al talentoso fotógrafo americano una fuente de dinamismo y de aire fresco a sus imágenes callejeras.

 

Fotografía © Garry Winogrand, de su trabajo "Women are Beautiful" / horizonte inclinado
Fotografía © Garry Winogrand, de su trabajo "Women are Beautiful"

 

Y este hecho resultó ser un punto de inflexión para la evolución de la fotografía urbana bastante menospreciado por el resto del “club fotográfico” hasta la actualidad.

 

Fotografía © Alex Webb. Estambul 2004 / horizonte inclinado
Fotografía © Alex Webb. Estambul 2004

 

En la fotografía documental contemporánea, muchos autores entendieron que la utilización del horizonte inclinado puede ser una variante creativa que, sin abusar y sin ser repetitivo,  puede transmitir una leve sensación de inestabilidad como la vida misma en las calles.

 

Fotografía © Daido Moriyama / horizonte inclinado
Fotografía © Daido Moriyama

 

 


Hacer botánica en el asfalto

Hacer botánica en el asfalto

Reflexiones en Quitar Fotos por Marcelo Caballero

“Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y de miedos, aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas, y toda cosa esconde otra” -
Italo Calvino

Hace un tiempo, tuve el privilegio de visitar el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que posee, entre otras cosas,  una de las colecciones de fotografía más importantes de España.Y a través de esta reserva fotográfica y de numerosas obras que posee la colección del centro valenciano -  ligadas a lo visual como la pintura, la escultura, el cine, el cómic, el dibujo o el video - armaron: PERDIDOS EN LA CIUDAD.

 

Fotografía © Marcelo Caballero. Hall de entrada al <em>IVAM</em>. Valencia, 2017
Fotografía © Marcelo Caballero. Hall de entrada al IVAM. Valencia, 2017

 

Una gran exposición que nos permite conocer las múltiples visiones, los diferentes espacios y la gran cantidad de existencias humanas que conforman la vida de las ciudades, en el último siglo. La razón del título, según IVAM, está inspirado en la idea de Walter Benjamín sobre el perderse en la ciudad de una manera deliberada.

Sea como sea, la frase de Calvino (descubierta en una pared de la expo y anotada en mi cuaderno de viaje)  se corporiza, a medida que avanzo por las amplias salas,  como si estuviera en varias ciudades imaginadas. Y no existe un solo camino a seguir. Todo lo contrario. Está construido para deambular por recorridos fragmentarios en donde,  siempre tengo la sensación de “perderme” para ir descubriendo la propia ciudad que cada uno lleva adentro.

 

Fotografía © Lee Friedlander. New York City, 1974
Fotografía © Lee Friedlander. New York City, 1974

 

Y vaya si la encuentro. Como un buen flâneur contemporáneo diviso pronto que “esa ciudad imaginada” está organizada en varias “salas temáticas”. La primera que me llama la atención engloba la FASCINACIÓN POR LA METRÓPOLIS. En esa sección, las obras expuestas  remiten a LA CIUDAD como tema capital por su carácter multifacético,  desde sus inicios,  para fotógrafos, arquitectos, pintores o pensadores.

 

Fotografía © Gabriel Cualladó. El Rastro, Madrid, 1980-81
Fotografía © Gabriel Cualladó. El Rastro, Madrid, 1980-81

 

Luego me “pierdo” por otra interesante sala: DEAMBULACIONES URBANAS donde descubro discursos y obras que hablan sobre la figura del flâneur, un individuo del siglo XIX que encontró en lo efímero de la ciudad su fuente de inspiración; pasando por los dadaístas del París de los años ’20. En ese contexto, se corporizan imágenes de varios fotógrafos documentales urbanos como Gabriel Cualladó, Lee Friedlander, William Klein y Horacio Coppola, entre otros.

 

Fotografía © Horario Coppla. Corrientes esquina Uruguay, Buenos Aires, 1936
Fotografía © Horario Coppla. Corrientes esquina Uruguay, Buenos Aires, 1936

 

Luego deambulo por ESPACIOS BANALES que reconstruye la visión de algunos artistas urbanos que, a partir de la década de los sesenta del siglo pasado, empezaron a experimentar con los datos que la sociedad generaba diariamente. Influenciados por el filósofo Michel Foucault , se trabajó el concepto de archivo como un juego dinámico de las reglas de una cultura para estudiar sistemáticamente sus restos, sus detalles.

Escena de Smoke dirigida por Wayne Wang, 1995
Luego de la mano de Jacques Derrida entro en DECONSTRUYENDO LA CIUDAD, un legado de artistas (también en los años ’60) muy preocupados por la interconexión del hombre, la ciudad y sus objetos. De allí,  me pierdo en PAISAJES GLOBALES con la Escuela de Düsseldorf a la cabeza. Y así sigo hasta MULTITUDES DIVERSAS en donde el arte comienza a mostrar las distintas singularidades, minorías étnicas de la vida urbana contemporánea. Explosión consumada a mediados de los ’50 del siglo pasado.

 

Fotografía © Kunkana Girón. Sala MULTITUDES DIVERSAS. IVAM, Valencia, 2017
Fotografía © Kunkana Girón. Sala MULTITUDES DIVERSAS. IVAM, Valencia, 2017

 

Y finalmente, cada vez más “perdido” pero satisfecho por tanta reflexión urbana, vagabundeo tranquilo por URBES DESNUDAS, MUNDOS EXTRAÑOS  y ARQUITECTURA DEL MIEDO, metáforas expositivas que reflejan un singular crisol heterogéneo de obras de significancia urbana contemporánea. Y tomo nota de todo ello.

Luego, salgo a la calle con mi cámara en mano acompañado de nuevos impulsos y sueños. Como siempre. Sin embargo, no dejo de pensar en las palabras que el director del IVAM, José Miguel Cortés pronunció durante la inauguración de la expo: “de la fascinación por la metrópolis hemos pasado a una visión de la ciudad donde predomina la incomunicación y la soledad” . Y me dieron muchas ganas de ir a un café y charlar con amigos cara a cara, sin móviles, sin realidades virtuales hasta la madrugada, entre los vaivenes de la ciudad.

Para los que aún no la han visitado,  hasta el 4 de junio de este año estará abierta. Consejo: traigan un buen par de calzados y la mente abierta.

 

Enlace a "PERDIDOS EN LA CIUDAD"

FECHA DE INAUGURACIÓN 18 Mayo 2016

FECHA DE CLAUSURA 04 Junio 2017

LUGAR: IVAM (Valencia)

Martes a domingo de 11:00 a 19:30 horas
Viernes de 11:00 a 21:00 horas
Lunes cerrado

 


Exposición

50 años no son nada

«50 años no son nada»
New Documents. 

Reflexiones en Quitar Fotos por Marcelo Caballero

Este año se cumplen 50 años de un momento histórico para la fotografía documental contemporánea. De hecho, desde el 28 de febrero de 1967, se habla de un antes y un después con la inauguración de la exposición colectiva “New Documents”, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

 

Exposición "The New Documents". MOMA, New York 1967
Exposición The New Documents · MOMA, New York 1967

 

Incluir casi 100 imágenes,  de tres fotógrafos jóvenes, aún poco conocidos, que realizaban “fotografías imperfectas” en los espacios públicos urbanos (como llegaron a decir algunos críticos del momento) y mostrarlos en la “gran vitrina” que supone tan prestigioso museo, fue una idea tan revolucionaria como provocativa hasta entonces.

Este año se cumplen 50 años de un momento histórico para la fotografía documental contemporánea. De hecho, desde el 28 de febrero de 1967,  se habla de un antes y un después con la inauguración de la exposición colectiva “New Documents

Y las consecuencias las conocemos todos. Un discurso visual muy fresco, muy lleno de energía, concentrado en las imágenes de Diane Arbus, Lee Friedlander y Garry Winogrand, que supuso una reconfiguración en el modo de entender la fotografía. Y creó una tendencia hasta nuestros días.

 

Fotografía © Diane Arbus
Fotografía © Diane Arbus

 

Sin embargo, 50 años después, la fotografía documental no ha generado una explosión así de fuerte que perdure en el tiempo. Vivimos tan rápido que todo se ha convertido en modas pasajeras. Lo que dura la llegada de un nuevo festival o exposición.

En este medio siglo,  la fotografía ha cambiado, se ha transformado, ha evolucionado para bien o para mal según desde donde se lo mire. Antes, en la era analógica los cambios eran más lentos. Ahora con lo digital, todo va a sexta velocidad. Vivimos inmersos en una cultura visual que tiende al saturamiento.

 

Fotografía © Lee Friedlander. New York 1966
© Lee Friedlander. New York 1966

 

“Antes la fotografía era escritura. Hoy es lenguaje” señala, hasta el hartazgo, Joan Fontcuberta. Una enunciación que surge en un contexto donde la fotografía actual parece configurarse en ser sólo comunicación, y no un acto fotográfico.

En todo ello, pienso al conmemorar el medio siglo de “New Documents” y, no me parece descabellado señalar que estamos viviendo un cambio de paradigma. Pero, ¿cuál es? ¿tendremos que esperar 50 años para ver si realmente pasa algo hoy o simplemente es una moda? Y si  nos dejamos llevar un poco más por la imaginación: ¿qué movimiento o qué exposiciones o qué libros marcan esa nueva explosión que está ocurriendo?

“Antes la fotografía era escritura. Hoy es lenguaje” señala, hasta el hartazgo, Joan Fontcuberta.

 

Fotografía © Garry Winogrand. New York, 1964
© Garry Winogrand. New York, 1964

 

Por lo pronto, no busco respuestas inmediatas y  intento estar tranquilo en la banquina o el arcén de la carretera para desmenuzar, aún con resultados inciertos, todo este hoy en donde está en juego la fotografía como la pensaron los tres fotógrafos de “New Documents” como un espacio de disfrute, de creatividad y también de documento. 50 años no son nada. Veremos que pasa.