Entrelíneas con Ariadna Silva Fernández
Defínete como fotógrafa.
Me gusta moverme entre la intuición y la reflexión: la intuición la canalizo a través de la fotografía de calle en su sentido más estricto, mientras que mi parte más reflexiva la relego al género documental. De momento no tengo una postura fija (ni creo que la tenga nunca), estoy en proceso de aprendizaje y crecimiento artístico, pero tengo claro que me interesa la fotografía documental de autor. No me sirve lo puramente objetivo, quiero conseguir una mirada propia y contar lo que pienso a través de la fotografía.

Explica cómo y por qué eliges este género fotográfico.
Soy una persona bastante introvertida, me gusta observar lo que pasa a mi alrededor sin que sea necesario que intervenga en la escena con la cámara. Creo que me he ido acercando al documentalismo por necesidad: porque es una manera de ir conociéndome a mí misma a través del entorno y porque gracias a la fotografía voy construyendo mi memoria.
La fotografía de calle es una liberación, no voy con una idea concreta de lo que quiero, simplemente salgo a pasear y hago fotos a lo que creo que debe ser fotografiado. El documental lo reservo para proyectos de largo recorrido que necesiten un trabajo previo de análisis y maduración de una idea, similar a la elaboración de un ensayo. Aún así, confieso que muchas veces me dejo llevar por la intuición… Creo que es necesario improvisar en alguna ocasión.
Creo que me he ido acercando al documentalismo por necesidad: porque es una manera de ir conociéndome a mí misma a través del entorno y porque gracias a la fotografía voy construyendo mi memoria.
¿Quiénes son tus referentes fotográficos y por qué?
Tengo un bagaje de referentes bastante ecléctico, me gusta nutrirme de diferentes corrientes y épocas. Me interesan los clásicos internacionales como Koudelka, Robert Frank, Vivian Maier, Helen Levitt, Bruce Davidson, Fred Herzog y alguno más contemporáneo como Alex Webb, Matt Stuart y Martin Parr. Aún así, me atrae especialmente la fotografía española, desde la parte más tradicional con Virxilio Viéitez o Ramón Masats hasta autores más recientes como Cristina García Rodero, Juan Manuel Castro Prieto, Ricky Dávila o Cristóbal Hara. Es importante conocer el trabajo de los grandes, pero lo que realmente busco es frescura, por lo que procuro inspirarme a través de las obras de autores contemporáneos y jóvenes (la mayoría) como Teo Barba, Jesús Monterde, Bieke Depoorter, Alec Soth y mis compañeros del máster de fotografía documental de la Escuela TAI, Felipe Romero Beltrán, Mauricio Catón y Ariadna Sánchez Albornoz. De todas formas, reconozco que Instagram es una buena fuente para seguir renovando esa lista de referentes, hay mucho talento entre tanto ruido.
Es importante conocer el trabajo de los grandes, pero lo que realmente busco es frescura, por lo que procuro inspirarme a través de las obras de autores contemporáneos y jóvenes…

Una buena fotografía es… Roland Barthes acuñó en su libro La Cámara Lúcida el concepto del “Punctum”. Una buena fotografía es aquella que provoca esa sensación de punzada (“punctum”) cuando la ves. Que emociona, que afecta de una forma u otra al espectador y, por tanto, permanece de manera intachable en la memoria.
La fotografía que se me escapó… Para ser sincera se me escapan fotografías a diario, así que no podría hablar de una concreta. Tengo por norma salir algunos días sin la cámara para limitarme a observar, a entrenar el ojo simplemente. Me imagino las fotos, no me importa no registrarlas mientras las visualice en mi cabeza. El problema es cuando realmente salgo con la cámara, muchas veces intento anticiparme pero la escena se esfuma antes de que pueda apretar el botón. Sin embargo, en otras ocasiones se me escapan fotos por pudor, por cierto miedo a hacerlas.
La mejor cámara para mi es… Aquella que no me suponga una limitación y que pase desapercibida, debe ser una extensión más de mi cuerpo hasta el punto de olvidarme de que la llevo encima.
En mi mochila llevo… depende del día porque empleo equipos diferentes según la ocasión. A diario llevo mi cámara compacta, mi documentación, mi móvil, chicles o caramelos, una botella de agua, una pequeña libreta de anotaciones y a veces un libro. La otra mochila que utilizo pesa bastante por el cuerpo de la cámara y tres o cuatro ópticas que suelo llevar encima. Ahora limito mucho más cargar con ese peso, sobre todo para fotografía callejera.
Roland Barthes acuñó en su libro La Cámara Lúcida el concepto del “Punctum”. Una buena fotografía es aquella que provoca esa sensación de punzada (“punctum”) cuando la ves. Que emociona, que afecta de una forma u otra al espectador y, por tanto, permanece de manera intachable en la memoria.
Tu fotografía o proyecto favorito.
Ahora mismo tengo dos proyectos en desarrollo que realizo con entusiasmo por diferentes razones: por un lado Rapa das Bestas y por otro Memorias dunha ausencia.

El primero lo centro en documentar la Rapa de Sabucedo que se celebra el primer fin de semana de julio de cada año. La verdad es que la primera vez que asistí me quedé impresionada, y eso que es una fiesta que se celebra en una aldea cercana al pueblo donde vivo (a veces lo que más cerca tienes ni lo aprecias). Siento un vínculo especial con ese lugar, sobre todo por la gente, que son ya familia. Por ahora he asistido en dos ocasiones, falta mucho proceso, pero me siento bastante contenta con la serie de retratos Aloitadores. Esas fotos tuvieron bastante repercusión porque se salían de lo habitual. La Rapa es una fiesta que está sobredocumentada, se ven fotos prácticamente iguales año tras año. Teniendo en cuenta esa premisa, decidí hacerle esos retratos a los aloitadores (las personas encargadas de cortar las crines y desparasitar a los caballos). Tengo pensado continuarlos porque creo que se está convirtiendo en el leitmotiv del proyecto… Me interesan más las personas que los caballos en sí.
En cambio, en Memorias dunha ausencia trato un tema más íntimo (más de “autor”). Es un proyecto de introspección personal centrado en mi pasado familiar y concretamente en la ausencia de mi abuelo materno, a quien apenas tuve oportunidad de conocer. Trato de reconstruir mi memoria y de crear unos recuerdos que no tengo. Por eso, los escenarios fotográficos se centran principalmente en su casa natal de O Castro (Silleda, Pontevedra), aunque también empleo material de archivo para hacer un recorrido vital. Llevo unos cuantos meses con este proyecto y presiento que me queda mucho por delante hasta llegar a un resultado con el que realmente me sienta satisfecha. Me gustaría culminarlo con un fotolibro, creo que sería un buen homenaje. Por ahora, continúo indagando y, sobre todo, disfrutando del proceso que poco a poco irá viendo la luz.

Enlaces de Ariadna Silva Fernández
Web de Ariadna Silva Fernández: http://www.ariadnasilva.com/
Facebook de Ariadna Silva Fernández: https://www.facebook.com/ariadna.silvafernandez
Instagram de Ariadna Silva Fernández https://www.instagram.com/ariadna.silva.fernandez