Uso la fotografía como vehículo para desarrollar ideas
Jon Gorospe (Vitoria, 1986) graduado en Artes Gráficas en la EASD del País Vasco y la Faculty of Arts de Lituania. Se dedica a la producción de obra como creador, que combina con la labor de estudio y comprensión de la imagen desde un punto de vista teórico. Trabaja en la producción de contenido audiovisual. En la actualidad reside en Noruega.
Desde ya nuestro agradecimiento por su tiempo contestando a esta entrevista.
A pesar de tu juventud, 31 años, ya cuentas con una dilatada y exitosa trayectoria fotográficamente hablando. Varios premios, becas y exposiciones lo corroboran. ¿Cómo ves el panorama fotográfico actual?
¡Ufff! ¡Empezamos fuerte! gracia por estas palabras pero la mayoría de esos adjetivos le quedan muy grande a lo que hago, que con humildad y en ocasiones concretas, es reconocido. Si hablamos del panorama fotográfico actual tendría que decir que me tiene satisfecho, hay una oferta muy variada y se continúa haciendo trabajos interesantes, aunque por supuesto sigue habiendo sectores estancados, ciertos movimientos ortodoxo-fotográficos que les cuesta mirar más allá, pero como en todo ámbito.
¿Se puede vivir de la fotografía artística?
Nadie nos lo prohíbe, aunque no conozco a demasiados que lo hagan, o al menos que lo hagan a full time con cierta holgura y comodidad . En la mayoría de los casos la producción de obra se compagina con la docencia, la gestión cultural o los encargos comerciales, pero vamos, esto no es nada nuevo, los grandes maestros también las han pasado y pasan canutas.
Recientemente has recibido el Premio Galicia de Fotografía Contemporánea por ‘Environments’ . Háblanos de este trabajo y de lo que significa este nuevo premio para ti.
Environments trata de las estrategias estéticas que hemos desarrollado para ocultar el deshecho que nos rodea, habla de los mecanismos que como sociedad utilizamos ante un bloqueo psicológico que se da tras ver la catástrofe.
El premio recibido es algo que me hace mucha ilusión; Galicia es, sin dudarlo, el ejemplo perfecto donde por desgracia se han escenificado en su historia más reciente diferentes catástrofes naturales de diferente índole, y todas ellas de carácter humano. Tener la oportunidad de exponer y publicar mi trabajo allí me da la oportunidad de mostrar mi punto de vista a una sociedad afectada por esta problemática.

Alguna vez has dicho que tu fotografía parte de la emoción más que del concepto. Sin embargo, “Environments” y “Unidades de lugar”, son muy conceptuales.
Si, las ideas y los conceptos también son muy emocionantes. Environments empezó porque a mi ciudad natal, Vitoria-Gasteiz, le declararon Green Capital Europea en el 2012, es entonces cuando empecé a plantearme estas problemáticas ante el «subidón» ecologista de mis conciudadanos, se puede decir que es algo que nació de lo concreto pero trasciende a lo global.
Unidades de Lugar parte del buceo en mi archivo fotográfico, normalmente disparo por intuición/emoción, pero cuando me puse a revisarlo vi que había una serie de tomas que responden a un mismo patrón estético, es cuando empezó la aventura. El concepto aquí surge tras el análisis de la mirada introspectiva, de buscar respuestas a lo que hago. De la puesta en común de estas preocupaciones con mi amigo Rubén Á. Arias surgió este proyecto colaborativo.
Tienes proyectos en color, otros en blanco y negro, háblanos de las razones que te llevaron a elegir uno u otro.
Intento adecuar la estética a cada proyecto, creo que la forma ha de acompañar al fondo e impulsarlo en la misma dirección para que la estética no cree interferencias. Por otro lado, hoy el blanco y negro es una decisión, podemos elegir cómo trabajar. En los casos en los que he tomado esta decisión es porque sintetizar y astralizar la realidad ha ayudado a transmitir la idea que he querido.
Hemos coincidido en las II Xornadas de Fotografía Galega. En la presentación de tu taller dijiste que a ti la fotografía no te interesa tanto como la idea. ¿Puedes ampliarnos este concepto?
Uso la fotografía como podría usar el color azul si éste hablara de lo que me interesa. No es más que un vehículo –eficaz y con el que me siento cómodo– para desarrollar ideas. Creo ser bastante abierto a todo tipo de expresión, si alguien es más ágil con la música, la danza o la escultura me parece genial y me llena de la misma manera.

¿La fotografía necesita ser explicada con un texto o tiene que transmitir por sí sola?
Pues hay fotografía que su sola presencia enmudece, no necesita ser dicha, ni siquiera pensada. Otros proyectos se complementan con el texto, en estos casos, lo que yo entiendo es que el texto es una pieza más de ese trabajo que opera de la misma manera que cualquiera de las imágenes.
«La fotografía como lenguaje» ¿Qué te sugiere esta afirmación?
Pues son ya varios los expertos a los que les he oído esta frase, pero ninguna de las veces he quedado satisfecho con lo que he leído o escuchado a continuación. Suena como un buen comienzo de algo, pero desde luego a mi me queda mucho que pensar en torno a esta idea.
Estoy de acuerdo que hoy hablamos y nos contestamos con fotos, hasta ahí bien, podemos llamarlo lenguaje. Pero desde luego es un lenguaje increíblemente limitado, que apenas nos deja comunicarnos con la efectividad que debiera un lenguaje hacerlo. Entonces quizás sea este el valor de este lenguaje, el ser tan obtuso, tan sesgado. En definitiva, tan abierto a interpretaciones diversas.
Compromiso, política, denuncia… ¿La fotografía debe ser comprometida?
El único compromiso que me interesa es el del autor con su propia obra. La revolución del espectador puede darse al ver una pieza de Bill Viola o contemplando los trazos de Goya. No necesariamente tiene que tener un componente político detrás más que el de la propia creación.
¿Qué opinas de la fotografía en la que manda únicamente la estética, lo bello?
Soy un esteta, me emociona la forma y creo además que en ella puede haber una búsqueda de lo espiritual. Cada vez que entro en un museo, abro un libro o se levanta un telón estoy a la espera de una revelación, algo que me proponga sentir el mundo desde ahí. Esta sensación la he vivido observando cosas simplemente «bellas» y esto es algo bueno y que está bien.

Cristina de Midel dijo que “La foto de calle, a menos que seas Bruce Gilden con un trabajo tan faraónico, no dice nada”. Sin embargo, en una conversación que mantuvimos hace unos meses en Vitoria-Gasteiz, comentabas que la práctica de la fotografía de calle era un acto de rebeldía. Me gustaría que le explicaras a nuestros lectores el porqué y, por otra parte, ¿qué opinión te merece? Enlace entrevista Clavoardiendo de Cristina de Midel
Por un lado creo entender lo que quiere decir y tiene bastante razón en cuanto a que hay muchísimos fotógrafos de calle que se limitan a tomar imágenes con los códigos del listillo de la clase, quieren mostrar lo «buen fotógrafo» que son y poco más, pero luego tienen poco o nada que contar. Muchos de estos fotógrafos de calle han cogido una fórmula estética (caduca casi siempre) y se han puesto a aplicarla en todas las esquinas. Pero que haya mucha gente haciendo esto no significa que todos lo hagan, claro, de ahí que haya esos trabajos «faraónicos» que merecen la pena y mucho.
Por otra parte me encanta que la gente use la calle de una forma lúdica, soy hijo de la flâneire y como tal me gusta que haya más y más gente usando el espacio público en este tipo de prácticas. Que exista gente que no participe del tumulto y considere este espacio como su teatrillo en vez como el lugar en el que producir y consumir me saca una sonrisa. Entonces, aunque creativamente hablando haya muchas cosas que me den una pereza terrible, lo considero «bueno» para el modelo de sociedad que sueño.
Los “photobooks” están de moda. Incluso se celebra el día mundial del fotolibro. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Si acotamos esto un poco más sería más preciso, algo así debería quedar: Entre el minúsculo grupo de fotógrafos que les interesa la imagen como medio de expresión se ha despertado un interés creciente hacia el «photobook«.
Y, obviamente, me parece genial, se publican –a pesar de ser un circuito muy pequeño– un montón de libros, y está muy bien, es la única manera de que haya unos cuantos que merezcan la pena o me interesen personalmente. No me gusta decir que los colecciono porque lo que hago con ellos es usarlos, como quien utiliza un libro de notas. Son parte de la documentación de mis procesos creativos.
Enlaces
Web Jon Gorospe
Enlace Proyectos «Unidades de lugar«
Enlace Proyectos «Environments» «
He leído con interés esta entrevista. Felicito a ALberte por la creación de este espacio de reflexión sobre la fotografía. Y ya que es de reflexión, aprovecho para mostrar mi opinión aquí.
No estoy de acuerdo con algunos aspectos que el entrevistado señala de forma un poco temeraria, algunos de ellos dichos por otra fotógrafa . Creo que habrá muchos fotógrafos de calle que se van a sentir ofendidos cuando lean la opinión que se versa sobre ellos, tildando a algunos de listillos de la clase que usan recursos manidos y obsoletos. También es manido y ya obsoleto el apropiacionismo o el inventarse historias. Debemos recordar que los grandes maestros empezaron en la calle y que la historia de la fotografía está muy ligada al disparo de instantáneas de la vida urbana. Y como tal, usa de unos recursos técnicos y lenguajes que son inherentes a la fotografía y que no pueden ser considerados clichés. Es el núcleo de la fotografía.. También es muy ostentoso afirmar que solo la fotografía de calle de Bruce Gliden es digna. Solo quería señalar esto. Y,personalmente, en mi opinión, la fotografía no son solo proyectos documentales. No me ha gustado el proyecto «Environements». Creo que si se quiere mostrar los deshechos, la forma en cómo los ocultamos no es de interés, ni informativo ni estético. Sería más revelador ir a un estercolero y mostrar que además de deshechos hay gente que vive ahí, rebuscando entre nuestra mierda. Creo que ese hubiese sido un proyecto más revelador y motivador. Y, por último, pediría un poco de modestia al entrevistado. Es joven y tiene mucho recorrido por delante. Tiene que madurar
Hola Ignasi, gracias por tus palabras hacía mi persona, pero tengo que aclarar que Quitar Fotos es una iniciativa colectiva en la que también participan Marcelo Caballero, Juan Luís Sánchez y Jordi Simón.
Saludos.
Los diferentes puntos de vista llenan de sentido y, a veces, de reflexión las acciones que realizamos de forma rutinaria. Siempre es enriquecedor opiniones que parten desde el respeto en cualquier ámbito de la vida. Personalmente, me gustan las personas que suman y sumar significa aportar en algún sentido al discurso propuesto. La palabra escrita está llena de matices que pierden comprensión si no estamos abiertos a entender y el propio texto escrito está sujeto a estos paradigmas. No se trata de persuadir o convencer de nada, ni a nadie. Un objetivo claro donde exponer ideas y reflexiones que puedan llevar al lector a comprender el propósito comunicativo. La coherencia personal del autor nos remite a un significado más amplio del contenido expuesto aunque entiendo que es complejo proponer textos donde la sintaxis conjuga mal en la intención percibida. Crear un espacio donde la opinión quede sujeta, exclusivamente, a el autor del texto y pueda tener un punto de reflexión personal y ajena, me parece interesante. El diálogo pide paso al respeto que, en muchas ocasiones, mal interpretamos. Gracias.
Este artículo de Rubén Ángel Arias, sobre el proyecto «Enviroments» de Jon Gorospe, quizás arroje luz en su enfoque. A mi me parece muy intersante.
https://www.facebook.com/notes/jon-gorospe/un-sistema-de-balizas-para-el-desperdicio-por-rub%C3%A9n-%C3%A1ngel-arias/10154896202124845
Saludos
Gracias Alberte por la reseña que he leído con interés y cierta dificultad ya que me cuestan entender ciertos giros «intelectuales». Si me permites ser sincero y directo, creo que en este artículo se emplean muchas palabras para explicar unas imágenes que necesitan de las palabras para cobrar su significado. Y es ahí donde creo que la fotografía no puede depender de las palabras. Sé que mi punto de vista puede ser tildado de anticuado, soy consciente. Pero siempre he creído en el viejo lema de una imagen vale más que mil palabras. Y por otra parte, el acercamiento al tema de los deshechos que propone el fotógrafo me parece una postura intelectual un tanto frívola, que en definitiva no quiere ni se acerca a una intención fotográfica que podría desvelarnos situaciones mucho más trágicas entorno a los vertederos, imágenes que muchos no quieren ver. Un saludo. Y enhorabuena a todo e equipo de Quitarfotos.