La lluvia como poema estético de luz
Reflexiones en QuitarFotos por Marcelo Caballero
Siempre me ha ilusionado, fotografiar en días de lluvia o nublados más que en días de mucho sol y cielos bien azules. Quizás, porque me sorprende la amplia gama de matices cromáticos que descubro luego de una intensa lluvia o cuando, inesperadamente se abre el cielo, y la luz refracta otras intensidades, otras tonalidades de la calle húmeda.
Una influencia clásica, en ese sentido, es el trabajo “lluvioso” de Saul Leiter que durante los años ’50 y ’60 del siglo pasado, retrata como nadie, la luz “de lluvia”, hermanada con su mirada expresionista de las calles de Nueva York.

Sin embargo, Leiter no fue el primer fotógrafo en fijarse de una manera poética en la lluvia de las ciudades. Resultó una grata sorpresa haber conocido hace poco: Lluvia (1929) de Joris Ivens. Un cortometraje, rodado por las calles de Amsterdam, en donde el cineasta vanguardista holandés, con una discreta cámara móvil, centra como único protagonista a este fenómeno meteorológico; y crea un verdadero poema estético de luz en movimiento.

Es tan impresionista la mirada del autor, que el film discurre naturalmente por el lenguaje fotográfico sin necesitar ninguna ayuda literaria para expresar visualmente la desbordante emoción a los sentidos que deriva de la lluvia y la luz.
Lluvia (1929) de Joris Ivens. Un cortometraje, rodado por las calles de Amsterdam, en donde el cineasta vanguardista holandés, con una discreta cámara móvil, centra como único protagonista a este fenómeno meteorológico; y crea un verdadero poema estético de luz en movimiento.

Para darle una narrativa visual heterogénea, y de mucho impacto visual, el cineasta recurre a picados, contrapicados, cenitales, reflejos o ventanas para enmarcar el movimiento. También observa con su cámara móvil a través de viajes en transportes públicos, y los paraguas, como actores secundarios, se convierten en surrealistas objetos de seducción para el creador visual.
En su época, Lluvia (“Regen” en holandés) se convirtió en una de las principales voces fundadoras del documental de vanguardia enmarcada en la tradición del género cinematográfico de City Symphony que retrata la vida cotidiana dentro de la ciudad con enfoques fotográficos experimentales.
Ejemplo de ello, constituye París a través de Rien que les Heures de Alberto Cavalcanti; Nueva York en Manhatta de Paul Strand y Charles Sheeler; Man with a Movie Camera dirigida por Dziga Vertov que muestra escenas cotidianas de Kiev, Kharkov, Moscú y Odessa; o Berlín: Sinfonía de una Metrópoli de Walter Ruttmann, entre otros.