Tras las huellas
de un fotógrafo checo
Reflexiones en Quitar Fotos por Jordi Simón
No hay duda,que la escuela checa siempre ha dado buenos fotógrafos documentalistas. Me vienen a la cabeza; Josef Sudek, Vladimir Birgus, Josef Koudelka… entre muchos otros. Pero no hace muchos días revisando la página web de Paris Photo destacaba un fotógrafo de ese país que no conocía e inmediatamente me puse a investigarlo.
Viktor Kolar nace en la ciudad de Ostrava en el noreste de la República Checa. Su padre era fotógrafo y tenía un estudio fotográfico donde su hijo se familiarizó, desde pequeño, con la fotografía. Sus primeras imágenes son de su ciudad natal, una ciudad industrial y gris. Este trabajo pasa a ser uno de los más importantes de su carrera y con su publicación será el libro más conocido: “Ostrava” (2011).

Analizando sus imágenes me llama la atención la forma en que aísla al sujeto emocionalmente, en lugares en que aparentemente no pasa nada. Situaciones cotidianas y siempre buscando el componente poético. “Creo que en primer lugar me he buscado a mí mismo. Porque no se trata de fotografiar gente extraña, ni tipos escogidos. Yo realmente me proyecto en la gente y busco mi vida en sus vidas. Estamos atados a la vida de los demás y no podemos romper nunca este lazo con ellos” Comenta Kolar.

Al mirar sus fotografías las relaciono con imágenes de Birgus o Vaclát Podestát creadores visuales checos influenciados por la escuela de fotografía de Silesia, donde se buscaba una fotografía más estética.
“Creo que en primer lugar me he buscado a mí mismo. Porque no se trata de fotografiar gente extraña, ni tipos escogidos. Yo realmente me proyecto en la gente y busco mi vida en sus vidas. Estamos atados a la vida de los demás y no podemos romper nunca este lazo con ellos” Comenta Kolar.


Kolar pasó momentos duros, y como muchos de sus colegas tuvo que exiliarse a Estados Unidos y Canadá. En el exilio, durante los primeros años, también la pasó mal, los editores rechazaban sus trabajos por ser fotografías muy “personales”.A pesar de ello, dentro de los aspectos formales de su composición, tengo la clara sensación que su mirada evolucionó bastante entre su primer periodo y la etapa americana. Revisando las fotografías de su libro “Canada 1968-73” (2013), Kolar utiliza composiciones muy en boga en la fotografía de calle actual: uso de diferentes planos a través de los sujetos o incluso interesantes yuxtaposiciones utilizando los cristales de tiendas o coches.



Actualmente Kolar compagina la fotografía con la docencia como profesor de Fotografía en la facultad de cine de Praga. Sin duda uno de los fotógrafos más singulares e importantes de la fotografía documental Checa contemporánea.