Masahisa Fukase, el fotógrafo y la maldición del cuervo

Reflexiones en QuitarFotos por Leire Etxazarra.

Masahisa Fukase es conocido, sobre todo, por su obra cumbre, ‘The solitud of ravens’ (1986), y por su trágico final. Elegido en 2010 como el mejor fotolibro de los últimos 25 años, este trabajo de imágenes granulosas en blanco y negro se reedita ahora, en 2017, bajo su título original, ‘Ravens’. Una buena noticia, ya que por ejemplares usados de esta obra maestra oscura e inquietante se han llegado a pagar más de 1.000 euros.

 

Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens
Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens

 

Compañero de estudios de Daido Moriyama y Shomei Tomatsu, dos de los grandes de la fotografía japonesa, antes de ‘Ravens’ Fukase se ganaba ya la vida cámara en mano.

 

Fotografía Masahisa Fukase
Fotografía Masahisa Fukase

 

Pero su existencia da un vuelco cuando Yoko, su segunda mujer y musa a la que fotografía intensamente durante los 13 años que dura su matrimonio, lo abandona en 1976, cansada de ser el objeto de una obsesión. Fukase, desolado, jamás se recuperará de este abandono. Comienza a beber y cae en sucesivas depresiones. Volverá a casarse, pero jamás olvidará  Yoko.

 

Fotografía © Masahisa Fukase, Yoko
Fotografía © Masahisa Fukase, Yoko

 

Desesperado y con el alma rota, decide volver a Hokkaido, la isla japonesa en la que nació. Por el camino sucede algo, ve un cuervo, o karasu, en japonés, un ave de mal agüero con la que, según la cultura nipona, hay que evitar cruzar la mirada.

 

Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens
Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens

 

Fukase, en cambio, decide desafiar esa creencia y pasa los siguientes 10 años de su vida observando y siendo observado por miles de cuervos. Los fotografía de todas las formas imaginables: solos, en grupo, volando, en reposo, muertos, vivos, en la nieve, acechantes sobre árboles y cables eléctricos… No teme a los malos augurios, nada puede ser peor que sentirse como se siente: «Trabajo para detenerlo todo. Mi obra es una especie de venganza contra el drama de tener que vivir», dice. De esa obsesión por el ave negra, o el “vagabundo en la tiniebla”, como lo llamó Poe, nace ‘Ravens’.

 

Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens
Fotografía © Masahisa Fukase, ‘The solitud of ravens

 

El 20 de junio de 1992 Masahisa Fukase cae, borracho, por las escaleras de un bar y se golpea en la cabeza. Permanecerá 20 años en coma, como un vegetal, hasta su muerte en 2012. Yoko lo visitará todos los meses: “Él sigue siendo parte de mi identidad”, explicaba. Tenía 78 años.