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La fotografía es indispensable como forma de meditación Gustavo Minas

La fotografía es indispensable, como una forma de meditación. “Nunca salgo de casa con una idea cerrada en la mente”.
Gustavo Minas.

Entrevista a Gustavo Minas por Alberte A. Pereira

Gustavo Minas nació en Cássia, Brasil, en 1981. Estudió periodismo en la Universidade Estadual de Londrina. En 2009 asistió a un curso de lenguaje fotográfico con Carlos Moreira, un fotógrafo brasileiro que ha fotografiado la ciudad de São Paulo desde los años 60. Desde entonces, Gustavo ha practicado la fotografía callejera en las ciudades donde ha vivido, además de trabajar como periodista y fotógrafo independiente. Ha participado en varias exposiciones colectivas e individuales y es miembro de los colectivos SelvaSP, Vivo y Flanares.

Fotografía © Gustavo Minas autorretrato

¿Cuándo y por qué comenzaste a interesarte por la fotografía, y en especial por la fotografía de calle?

El interés por la fotografía creo que ha existido desde siempre. En la escuela, yo era el que fotografiaba los asados y fiestas, en un tiempo en que a ninguno de mis amigos les interesaba mucho la fotografía pre-Instagram, por supuesto. Claro, era algo sin grandes intenciones. Después, en la facultad de periodismo, yo siempre me encargaba de las fotos para nuestros periódicos.

Hablaba mucho de la fotografía como una forma de meditación, y de fotógrafos que la han utilizado como expresión personal más que todo, y sobre el placer de caminar, de perderse en las calles y observar a la gente, y todo eso me influenció muchísimo.

Ya en 2007 empecé a trabajar en un periódico popular en São Paulo, y allí escribía sobre economía y empleo. Pero eso me aburría muchísimo, trabajaba 10 horas diarias y muchos fines de semana. Me hacía falta un poco de creación. Compré mi primera DSLR en 2007, y después de experimentar con todo (macro, larga exposición, retratos, etc.), en 2009 me inscribí en un curso de un año de duración con el maestro Carlos Moreira, y eso cambió todo. Carlos es el mayor fotógrafo de calle brasileño, y desde los años 60 fotografía principalmente la ciudad de São Paulo, además de enseñar desde los años 70.

Tiene una biblioteca muy amplia, y al pasar de los meses nos iba introduciendo a los clásicos, primero en BN y después en color. Además hablaba mucho de la fotografía como una forma de meditación, y de fotógrafos que la han utilizado como expresión personal más que todo, y sobre el placer de caminar, de perderse en las calles y observar a la gente, y todo eso me influenció muchísimo. Con ese espíritu, pasé a salir a la calle casi diariamente, bien temprano porque me gustaba la luz tan dramática como en las fotos de Gruyaert o Webb, y me hice adicto. También me gustaba la sensación de estar haciendo algo para mi mismo, por puro placer, cuando toda la gente se apresuraba para ir al trabajo. Nunca más paré.

Con el tiempo, la fotografía se volvió indispensable. Es como una forma de meditación, el caminar sin destino me hace olvidarme de mi mismo y me limpia la mente. Si paso 3 o 4 días sin fotografiar, parece que me falta algo.

 

Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas

 

Formas parte de tres colectivos de fotografía de calle, dos brasileiros, SelvaSP y Flanares, y el internacional VIVO. ¿Qué relación mantienes con estos colectivos y con sus miembros? ¿Crees que para un fotógrafo de calle es bueno participar en este tipo de colectivos?

Con cada uno de ellos mantengo una relación diferente. Vivo, que se llamaba simplemente Street Photographers, fue el segundo colectivo de fotógrafos de calle en la web, y llegó un poco antes que la foto de calle estuviera tan de moda. Los miembros se conocieran en Flickr, que era entonces la red más popular, y todo el contacto todavía se dá digitalmente, por medio de un grupo en Facebook.

Con SelvaSP, que hoy ya no está muy activo, éramos casi como una familia, estábamos juntos todo el tiempo, fotografiando, editando, pero principalmente bebiendo y bebiendo mucho, y cambiando ideas sobre todo. Eso era posible porque vivíamos todos en la misma ciudad, Sao Paulo, y fue una experiencia tremenda, en que todos los fotógrafos absorbemos un poco del estilo de los otros, desarrollándonos juntos.

Con Flanares es otra cosa, hablamos casi diariamente, pero también por el Facebook. No es el ideal, los chicos y chicas son muy buenos y me gustaría estar más cercano, por supuesto que algo se pierde en las relaciones digitales. Pero cuando nos encontramos es siempre un placer.

Creo que sí. La fotografía de calle es una actividad que suele ser un poco solitaria por naturaleza, y los colectivos contrapesan eso. Es genial después de una tarde caliente en las calles disfrutar unas cervezas con amigos y poder hablar de esa obsesión con gente que realmente comprende porqué hacemos lo que hacemos.

 

Fotografía © Gustavo Minas · Alem da Arena
Fotografía © Gustavo Minas · Alem da Arena

 

La fotografía de calle es una actividad que suele ser un poco solitaria por naturaleza, y los colectivos contrapesan eso.

Con el tiempo, la fotografía se volvió indispensable. Es como una forma de meditación, el caminar sin destino me hace olvidarme de mi mismo y me limpia la mente. Si paso 3 o 4 días sin fotografiar, parece que me falta algo.

Fotografía © Gustavo Minas · Rodoviaria - Ganadora Life FRAMER

El pasado año ganaste el primer premio del concurso “Street life” organizado por LIFE FRAMER. La fotografía pertenece a la serie “Rodoviária” sobre la terminal de autobuses de Brasília. ¿Puedes hablarnos sobre esta fotografía y la serie?

La Rodoviaria de Brasília tal vez sea el único sitio con gente suficiente para fotografía de calle en la capital. Las calles acá están muy vacías, como en una maqueta de arquitectura. Así que desde que pasé a vivir aquí, en 2014, es mi principal punto de interés, fotografío allí casi todos los días. Casi un millón de personas pasan por ella diariamente, y me encanta estar en medio de ese flujo de gente corriendo. A veces pasan tantas cosas que ya no pienso más, voy fotografiando reaccionando al movimiento, a las explosiones de luz del sol y de los colores.

Siempre intento algo en las escaleras, y ese día estaba por allí cuando vi ese niño subiendo acostado en la barandilla. Realmente, no pensé, pero mi instinto fue lo de alinear su rostro con el horizonte, y por coincidencia las líneas formaron esos ángulos que la hacen un poco extraña. Pasado un tiempo, ya no sé si todavía me gusta esa foto, a veces me parece demasiado sentimental, ¿no te parece?

¿Qué se necesita para crear una buena imagen?

Para mi, es la luz! Casi siempre es la luz, sea natural, artificial o una mezcla de las dos. Y también tener la mente abierta y al mismo tiempo tranquila para realizar lo que quieras.

Tus proyectos nacen antes o después que las fotografías. Es decir, ¿piensas la idea y después haces las fotografías para un proyecto en concreto o sales a fotografiar libremente y el proyecto surge después?

Casi siempre después. Nunca salgo de casa con una idea cerrada en la mente. Pasa que después de un tiempo, al mirar mi archivo, veo que algunas fotos juntas tienen sentido, y entonces trato de complementar ese embrión de proyecto, como en ese ensayo sobre la Rodoviaria. La excepción fue el ensayo sobre sobre Itaquera (Além da Arena), que retrata el barrio que fue sede de la abertura del Mundial de 2014. La región pasaba por muchas obras y por un intento de gentrificación, y a mi me interesaban esos cambios, además de ya estar un poco aburrido de fotografiar siempre en el centro de São Paulo. Así pasé 3 meses visitando la región 3 o 4 veces por semana.

Nunca salgo de casa con una idea cerrada en la mente. Pasa que después de un tiempo, al mirar mi archivo, veo que algunas fotos juntas tienen sentido, y entonces trato de complementar ese embrión de proyecto.

 

Fotografía © Gustavo Minas · Alem da Arena
Fotografía © Gustavo Minas

 

Viendo las galerías en tu web, hay un trabajo que se ve muy personal: “O parto”. Hablamos de él.

Ese ensayo, sin duda es el más personal, surgió sin planear, como todos los otros. Yo siempre he fotografiado mi novia desde que nos conocimos, y claro, seguí fotografiando mientras esperaba nuestro bebé, Violeta. Decidimos por tener el bebé en casa, con ayuda de una doula y una médica, y fue un trabajo de parto muy largo, de 20 horas, que empezó la noche del domingo y terminó el lunes a las 7 de la noche. Así que en los momentos en que no había nada que yo podría hacer para ayudarla, yo la fotografiaba. Había una luz muy hermosa de invierno entrando por la ventana, y aunque pasamos por momentos de tensión, creo que la cámara me ayudaba a calmarme un poco. Por supuesto, en los momentos decisivos, cuando Violeta vino a la luz, yo ni pensé en fotografiar, así como en sus primeras horas de vida. Los hormonas en mi sangre me daban la impresión de haber tomado las mejores drogas, yo llegaba a temblar de emoción.

Por 2 o 3 meses me olvidé de esas imágenes, pero después de un tiempo decidí editarlas y pensé que quedarían bien en un ensayo comprendiendo los meses anteriores y el primer día de vida de Violeta.

En tus fotografías nos muestras colores saturados, sombras profundas, reflejos, una luz espectacular… ¿cuál es tu metodología de trabajo para conseguir esos resultados?

Es muy sencillo, basta fotografiar en las primeras o las últimas horas de luz solar. Claro, después trato de acentuar ese contraste entre luz y sombras y esos colores calientes en Lightroom, con las curvas de tonos y colores, pero el contraste que se ve ya está presente en el archivo original. Me gustan que mis fotos se parezcan a las películas diapositivas de antes, que eran muy contrastadas, pero con el digital todavía es imposible llegar a aquel visual más orgánico que  tenían. Por otro lado, hoy el digital tiene mucho más latitud, y eso ayuda bastante.

 

Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas

 

Independientemente de las cuestiones estéticas, en muchas de tus fotografías hay una visión social y documental del mundo que te rodea. Quizás, desde mi punto de vista, “Além da Arena” es el ejemplo más claro. ¿Cómo surgió este proyecto?

Sí, en Além da Arena esa tendencia queda más clara, y fue el único proyecto que surgió con esa intención más social. Pero en verdad, la realidad social casi nunca es lo que me mueve a salir a sacar fotos. Pasa que Brasil es un país con gran desigualdad social, y ese aspecto acaba surgiendo en mis imágenes naturalmente, al lado de la estética. Un poco también porque siempre estoy buscando lugares donde hay gente y vida en las calles, y eso encuentro principalmente en sitios por donde pasan los trabajadores y la gente más sencilla.

Vivimos en una época donde las imágenes nos inundan a diario a través de las redes sociales. Hay teóricos que vaticinan la muerte de la fotografía. Algunos dicen que ya ha muerto y hablan de la post-fotografía. ¿Que opinión te merece a ti este tipo de teorías?

En verdad no me preocupo mucho con esas teorías, todo ese ‘palabrorio’ sobre fotografía a veces me aburre. Pero creo que, aunque el volumen de fotos postadas diariamente sea un poco insalubre, la democratización de la fotografía es una cosa buena. Es una revolución como fue el advento de la escrita, pero una revolución todavía muy jóven. Lo que pasa es que es un lenguaje es utilizado sin conciencia la mayoría de las veces. No me refiero solo a que no sepamos lo que decir con las fotografías, también pienso que no somos conscientes de lo que nuestras imágenes dicen sobre nosotros.

Todos sabemos escribir y pocos son escritores, aunque toda la gente sepa fotografiar, no todos serán fotógrafos.

Como decía una maestra que tuve, todos sabemos escribir y pocos son escritores, aunque toda la gente sepa fotografiar, no todos serán fotógrafos.

 

Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas

 

El talento, la pasión, el trabajo y perseverancia son esenciales para conseguir buenos resultados. Pero, en mi humilde opinión, también lo son los referentes o fotógrafos que de alguna manera nos inspiran. ¿Cuáles son los tuyos y por qué?

Claro, estoy totalmente de acuerdo. Harry Gruyaert fue mi primera inspiración fotográfica, creo. Claro, ya me gustaban otros como Cartier-Bresson, André Kertész, el brasileño Luiz Braga, Carlos Moreira, pero sus colores y la luz me tocaran más profundamente. Percibí que tenía una luz muy parecida con la de Brasil, con las sombras oscuras, colores calientes y negros profundos, y pasé a querer hacer un trabajo como el suyo, pero en mi realidad. Y después vinieron otras influencias, como Alex Webb, Gueorgui Pinkhassov, por su complejidad y la sutileza de las camadas en sus fotos, Saul Leiter, Boris Savelev, Fred Herzog, y también Win Wenders. Creo que mi primer ensayo debe algo a las películas de Wenders: http://www.gustavominas.com/Limites-Cassia-Minas-Gerais

Y, claro, paso mucho tiempo viendo fotos en la web todos los días, y por supuesto soy influenciado por cientos de fotógrafos en Flickr, Instagram o Facebook.

Por último, y aunque sé lo difícil que resulta escoger solo una, me gustaría que nos digas tu foto favorita y las razones para elegirla.

Eso es imposible, porque generalmente es una de las más recientes, entonces esa respuesta va a estar siempre cambiando. Y esta voluntad de tener una nueva favorita me mueve. Les dejo dos de mis favoritas recientes. Una es de la pasada semana, la otra es de hoy por la mañana. 🙂

 

Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas
Fotografía © Gustavo Minas

 


Enlaces

Enlaces de Gustavo Minas

Web de Gustavo Minas: http://www.gustavominas.com
Instagramde Gustavo Minas:  https://www.instagram.com/gustavominas

O Parto – http://www.gustavominas.com/O-Parto

Além da Arenahttp://www.gustavominas.com/Alem-da-Arena

Rodoviáriahttp://www.gustavominas.com/Rodoviaria

Colectivo Flanareshttp://www.flanares.com

Colectivo SelvaSP  http://www.selvasp.org

VIVO – https://www.street-photographers.com

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